Expendedor de Poesía, poemas con la voz de sus autores
Acaba de finalizar la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, más allá de cuántos libros se vendieron o si un millón doscientos mil visitantes alcanzaron un nuevo record, en los últimos años hubo tendencias, cambios en las costumbres y tecnologías que llegaron para quedarse, a las cuales hay que adaptarse para no quedar relegados a nivel mundial.
Blogueros, booktubers, bookstagrammers, se hicieron presentes, potenciando a los jóvenes lectores a tomar un protagonismo impresionante, muestra elocuente de ello fueron las largas filas que hubo los días de sus presentaciones en la Feria.
Pero una noticia llegada de Europa, atrae la atención de quienes gustan de una buena lectura, de escuchar un poema, y por qué no, escuchar un poema en la voz de su propio autor.
En la República Checa, se inauguró el primer autómata de poesía a nivel mundial, al que se ha llamado Expendedor de Poesía.
Este artefacto inusual, tanto en su forma como en su funcionamiento, fue inaugurado en la Plaza de la Paz de Praga, Capital de la República Checa, en el mes de marzo próximo pasado.
Este aparato, está conformado por un tubo oscuro con la apariencia de periscopio de submarino, que parece salir del subsuelo, y les ofrece a quienes caminan por la zona, de forma gratuita, una veintena de poemas, que son especialmente leídos por su propio autor. Una máquina que puede transportar a los usuarios a otro país, a otra cultura y a otros tiempos.
El mentor del proyecto es Ondřej Kobza, y comentaba al ser presentado en sociedad:
“El expendedor debería contar con un elemento de sorpresa. Uno no se lo espera, pasa y de repente oye la voz de un poeta. Tratamos que los expendedores incluyan las voces de los autores, así que suenan misteriosamente de verdad. Casi parece como si alguien estuviera escondido en el subsuelo”.
El expendedor checo de poesía tiene ahora un hermano en Londres, instalado en la plaza de la Biblioteca Británica de dicha ciudad, idéntico al de Praga, pero pintado en color amarillo, en el cual se pueden escuchar poemas en su versión tradicional, o con la traducción al idioma inglés.
Quien le puso nombre a esta instalación fue el poeta Ian McMillan, que destaca en especial que el expendedor sea público y particular.
“Público en el sentido que por la plaza de la Biblioteca Británica pasa un montón de gente que se verá atraída por el aspecto de periscopio, color y la lista de poetas de la máquina.
Al acercarse, uno opta por el autor y presiona el botón y allí comienza el momento de la particularidad. De repente, en el centro de la metrópoli uno se halla en una situación íntima que le puede llevar a otro país, cultura, tiempo, en fin, que le sugiere otra manera de pensar”.
El Expendedor de Poesía fue instalado en Londres en el marco de la realización del Festival Europeo de Literatura, que es organizado por el Centro Checo de Londres, bajo la dirección de Tereza Porybná.
Respecto a la instalación del proyecto en Londres, Porybná declaró:
“Tres años nos estuvimos esforzando por realizar un proyecto al aire libre aquí y por fin lo logramos. Habíamos propuesto varios proyectos a la Biblioteca Británica y ellos optaron por el expendedor de poesía. Por la plaza pasan diariamente cientos de personas, así que creo que difícilmente habríamos encontrado un lugar mejor, ya sea desde el punto de vista simbólico, histórico o práctico”.
Luego de su visita al Festival Europeo de Literatura de Londres, el Expendedor de Poesía checo será trasladado a Ledbury, donde se llevará a cabo el Festival de Poesía, para más adelante llegar a la Feria del Libro de Durham.
Salvando las distancias geográficas, seguramente a los lectores de esta nota les estará volando la imaginación, viéndose junto al Expendedor de Poesía en su país, pudiendo escuchar poemas de Borges o de Alfonsina Storni por ejemplo si fuera en Argentina, recitados por los mismísimos autores. ¿Será posible?
D5 Creation