Turismo Escondido: Tras los Pasos de James Joyce
Hoy en nuestra sección de Turismo Escondido nos proponemos seguir los pasos de James Joyce, el mundialmente célebre escritor nacido en Dublín, Irlanda, que dejó huellas en diferentes ciudades europeas, y que decidimos seguir paso a paso para compartir con nuestros lectores.
Como dijimos, James Joyce nació en Irlanda en la ciudad de Dublín, en el año 1882, siendo reconocido mundialmente como uno de los escritores más importantes e influyentes del siglo pasado.
Citamos palabras de nuestro máximo exponente literario, Jorge Luis Borges: Es indiscutible que Joyce es uno de los primeros escritores de nuestro tiempo. Verbalmente, es quizá el primero. En el Ulises hay sentencias, hay párrafos, que no son inferiores a los más ilustres de Shakespeare o de Sir Thomas Browne.
No dirigiremos esta nota hacia la muy conocida obra de Joyce, sino a las diferentes ciudades en las que el escritor recaló y dejó su huella a lo largo de su vida.
Ya en su infancia, la familia entera se traslada unos kilómetros, a Bray, ubicado al sur de Dublín. Continuó los estudios en el Condado de Kildare, ubicado en Leinster, obligado traslado sufrido por la crisis económica de su familia, y en su edad de 16 años, ingresaba al University College de Dublín.
Llega a París en el año 1903 con toda su familia, la que pasaba penurias económicas, por lo cual al poco tiempo regresaron a Dublín, sin embargo, en 1904 parte nuevamente de su ciudad natal rumbo a Zurich, Suiza, donde tenía prometido un puesto en la Berlitz Language School.
Por problemas de quien lo recomendara, fue reubicado en Trieste, ahora ciudad italiana pero que en esa época estaba dentro del Imperio Austro-Húngaro, para luego seguir su tarea de profesor en Pula, hoy ciudad de Croacia, hasta ser expulsado, no solo él sino todos los extranjeros, regresando a Trieste.
En 1906 tentado por un empleo mejor, viajó y estuvo un año en Roma, regresando a Trieste en 1907, pero el derrotero y los constantes cambios de horizontes de James Joyce no impedían que siguiera con sus obras, siendo ese mismo 1907 el año en que apareció su primer libro, el volumen de poemas de amor Chamber Music.
En 1915, James Joyce y su familia se trasladaron una vez más, a Zúrich, Suiza, un país neutral en medio de la Primera Guerra Mundial, y fue en dicha ciudad donde tuvo años de gran creatividad. Por sus problemas de salud, especialmente en la vista, se instaló por un año en Locarno, bella ciudad al lado de un lago en Suiza.
Como podemos ver, si alguien quisiera seguir hoy en día la ruta de James Joyce a lo largo de su vida por diferentes ciudades europeas, necesitaría de bastante tiempo, aun con los medios de transporte actuales.
Ya sin apremios económicos por los aportes que recibía de benefactores que apreciaban su obra, y a las publicaciones de sus obras en Estados Unidos, Joyce y su familia regresan a Trieste, en el año 1918.
Desde 1920 hasta 1941, Joyce vivió en Paris donde varias de sus obras fueran traducidas al francés, aunque regresó varias veces a Suiza para realizarse operaciones en su vista.
Su obra final, la última que editó en vida James Joyce, ya que se publicó dos años antes de su muerte, nos referimos a Finnegans Wake, fue escrita en diferentes momentos y ciudades, y por partes era publicada como “obra en curso”.
Parte de esta obra fue escrita en París, en el sur de Francia en Niza, también durante sus viajes a Inglaterra, y recibió numerosas críticas al punto de ser considerada por muchos, el libro de más difícil lectura que se haya escrito nunca.
El propio James Joyce al ser consultado el porqué de su forma de escribir Finnegans Wake contestaba, “…para tener ocupados a los críticos durante trescientos años…”.
En su honor o como homenaje, muchas estatuas, esculturas, plaquetas y museos se pueden recorrer por Europa.
Ilustramos la presente nota con la Torre de James Joyce, museo localizado en el Martello de Sandycove, en su Dublín natal, donde James Joyce estuvo seis noches en 1904, el James Joyce Centre, también en Dublín, la estatua de Joyce en North Earl Street, Dublín, la escultura también a tamaño real en un puente sobre un canal en la ciudad italiana de Trieste, la plaqueta con la cual nos encontramos en un hotel de Niza donde escribió parte de su Finnegans Wake, y la estatua sentado en un bar en su honor en Pula, una de sus ciudades de residencia, hoy perteneciente a Croacia.
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