Tibidabo: Barcelona Desde lo Alto

Caminando por Paseo de Gracia, en el centro de Barcelona, uno levanta la vista y ve a lo lejos, la cima de la montaña del Tibidabo, el punto más alto de la ciudad de Barcelona con sus 516 metros de altura, y con una imponente figura, visible de día, iluminada para seguir admirándola durante la noche también.

Es el Sagrado Corazón del Tibidabo, que fue nombrado Templo Nacional Expiatorio de España en el año 1911, una construcción de línea románica combinada con el templo de verticalidad gótica, y que está cubierto con una cúpula y coronado con una imagen de más de 7 metros del Sagrado Corazón.

Sagrado Corazón

Hacia allí quisimos llegar, pese a que era un día gris de otoño casi invierno, es una tarea muy sencilla para cualquier visitante de la hermosa ciudad de Barcelona, ya que desde su centro mismo, frente a la Plaza Cataluña parte cada 20 minutos un bus de línea, que en unos 30 a 40 minutos nos dejó a  200 metros de la cima.

De imponente presencia, acrecentada por la altura del Tibidabo, estar al lado del Sagrado Corazón es algo maravilloso, que nos hace sentir muy pequeños sin dudas.

En la parte inferior del Templo, permanece la ermita que fuera construida en el año 1886, una primer entrada a ella nos permite observar su diseño con estilo general neobizantino.

Subiendo por la gran escalinata a su izquierda, se llega finalmente al Templo del Sagrado Corazón, que tiene la escultura mencionada en su parte superior visible desde kilómetros, que tiene una historia muy particular.

En tiempos de guerra civil, la imagen original de 8 metros de altura, fue fundida para fabricar armas, aunque suene despiadado o imposible, y fue luego de finalizada la guerra que los salesianos encargaron una nueva imagen, la actual, que en el año 1961 fue colocada e inaugurada en su emplazamiento definitivo.

Pero Tibidabo no solo tiene ese polo de atracción para los visitantes, ya que a pocos metros del Templo, se encuentra el Parque de diversiones operativo más antiguo de España, y uno de los más antiguos de toda Europa, ya que su inauguración fue por el año 1905.

Inicialmente sus atracciones eran simples, y estaban compuestas por espejos, telescopios y binoculares para observar la ciudad, columpios, el tiro Flobert, juegos de bolo, lo que para la época y su ubicación era realmente colosal.

Actualmente con atracciones mecánicas, aéreas, trencitos, calesitas y vuelta al mundo, el Parque reúne tanto a grandes como a chicos, llegando nosotros a visitarlo unos días antes de su cierre, receso que será hasta el 2 de marzo de 2019, fecha de su reapertura.

Tanto el templo como el Parque comparten instalaciones gastronómicas en la cima del Tibidabo, y se puede recorrer libremente para admirar las mejores vistas panorámicas de Barcelona, el Mediterráneo al fondo, distinguiéndose las edificaciones más emblemáticas, como la obra de Gaudí, la Sagrada Familia, también la inconfundible Torre AgBar, el puerto, las torres Mapfre, y más, todo acompañado por unos ricos churros calentitos zambullidos en chocolate.

El bus de regreso parte del mismo lugar en que llegamos a la cima, cuesta 3 euros ida y 3 euros el regreso, volviendo sin escalas nuevamente a Plaza Cataluña.

Un recorrido muy recomendable para aquellos que puedan disponer de una tarde en Barcelona para realizar esta excursión.

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