Cine: La correspondencia

La última película del Director y guionista de cine Giuseppe Tornatore llegará pronto a las pantallas de Buenos Aires. La correspondencia, como indica la traducción de su título original aunque en algunos lugares fue estrenada como Te amaré eternamente, cuenta con las excelentes actuaciones de Jeremy Irons y Olga Kurylenko como protagonistas de esta historia de amor.

Una historia entre amantes que se sostiene a la distancia a través de los soportes que nos da hoy en día la tecnología como avances en los medios de comunicación, así explotan todos los recursos que tienen a su alcance como las video llamadas, e-mails, mensajitos de celular o whatsapp. Nada alcanza a suplir la distancia que separa a estos enamorados clandestinos que están seguros de ser el uno para el otro hasta la eternidad.

Durante su estreno en Roma, el cineasta italiano explicó con sus propias palabras estos cambios de época: «La idea es vieja; la guardaba en el cajón. Si hace veinte años era una intuición para una película de ciencia ficción, hoy la tecnología la ha vuelto realista y concreta».

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Un brillante y viejo profesor, Ed, se enamora de su alumna, Amy, una estudiante de astrofísica y durante varios años viven su amor a escondidas de la familia. En la primera escena, podemos verlos abrazados apasionadamente, enamorados y cómplices de la situación. Pero paradójicamente, éste será el único momento de la película en que aparecerán juntos.

Esta vez el tiempo transcurrido entre encuentro y encuentro parece excederse más del habitual. Pasan tres meses y Ed desaparece misteriosamente. Amy lo busca preocupada, asiste a su conferencia pero se entera allí de su fallecimiento. Al comienzo su mundo se derrumba pero sin embargo, los mensajes y contacto de su amado siguen llegando.

Así comienza para ella, un viaje en busca de la verdad en el que se fundirán la tecnología, la filosofía de la vida y la magia del amor.

la correspondencia isla

El film tiene varios pasajes filmados en una isla escondida al gran movimiento turístico.

Los protagonistas disfrutan de su lugar en el mundo en la Isla de San Giulio (Isola di San Giulio), una muy pequeña isla ubicada en el lago Orta, cercano a la frontera de Italia con Suiza.

Tan pequeña es esta isla, que solo abarca 280 metros de largo por 140 de ancho, pero cuenta con la belleza y tranquilidad que seguramente el director de fotografía imaginó para el escape tranquilo de la pareja protagonista.

Llamada así por Julius de Novara, quien estuvo habitando la isla hace unos 1600 años, cuenta entre sus atractivos más pintorescos la Basílica de San Giulio, y las pintorescas construcciones de las casonas, distintivas con techos de pizarra negra y al borde mismo del lago.

Su banda sonora a cargo de Ennio Morricone acompaña cada escena de la mejor manera.

Finalmente en la búsqueda entre la vida y la muerte, gracias a la muerte de su amante y profesor de astrofísica, Amy logrará recuperar el equilibrio que ha ido perdiendo su propia vida para seguir adelante.

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