Efecto Hombre. El Mar Que Desaparece

Si en menos de 60 años la mano “inteligente” del hombre fue capaz de terminar con uno de los lagos más grandes del mundo, como el Mar de Aral, el cuarto mayor lago hasta los años 60 del siglo pasado, estimados humanos, amigos, la tierra está en problemas.

Y los problemas no son como el lento movimiento de los continentes, sino que nuestra propia generación verá el desastre resultante de la ambición desmedida de algunos hombres.

El Mar de Aral y su lenta desaparición, es uno de los mayores desastres ecológicos post Segunda Guerra Mundial y hasta nuestros días.

Desde 1955 los dirigentes de la antigua y desaparecida Unión Soviética,  construyeron canales de riego sobre los principales ríos que aportaban su caudal al Mar de Aral, para favorecer el cultivo de algodón.

Luego de los 500 kilómetros de canales construidos para derivar al riego el caudal del Río Amu Daria, que inicialmente robaría una tercera parte del agua que anualmente recibía de ese río, la URSS continuó aprovechando para riego el agua de otros ríos que llevaban sus aguas al Mar de Aral.

Del total de agua que llegaba al mar antes de 1950, en 1980 solo llegaba el 10%, no es difícil imaginar entonces que el mar comenzó a desecarse, y ya en el siglo XXI, el Mar de Aral ocupa el 50% de la superficie que poseía hace 70 años.

Sumado a ello, también el 95% de los embalses y humedales cercanos se han convertido en puro desierto, y más de 50 lagos que se formaban en los deltas cercanos, con una superficie de 60.000 hectáreas ya se han secado.

No solo los suelos ahora desérticos y el mar diminuto son consecuencias de aquellas malas ideas soviéticas, sino también los graves problemas de salud para las poblaciones cercanas.

Los problemas respiratorios, los problemas de alergias, anemias, envenenamiento y otros, son algunos de los más graves, ya que el aire salinizado vuela hasta 200 kms. del antiguo lecho de mar, los pesticidas utilizados para los sembradíos también vuelas en el aire, el espejo de agua ya no regula las temperaturas de invierno y verano, etc.

Cronología de un desastre:

Entre los años 1961 y 1970, el nivel del Mar de Aral descendía 20 centímetros por año.

En la década del 70, el descenso del nivel era de entre 50 y 60 centímetros por año.

Ya en la década de los 80, el nivel continuaba descendiendo, ya en unos 80 a 90 centímetros por año.

En la actualidad el caudal del mar descendió un 80% y su superficie se redujo un 60%.

Tanto se redujo que hace unos años, el Mar de Aral se dividió en 2, una parte norte que se está tratando de recuperar con la construcción de una represa, Dique Kokaral, y la parte sur, que parece viajar inevitablemente a una desecación total.

Pensar que en el Mar de Aral navegaban buques mercantes y hasta un buque de guerra, parece de cuento, lo mismo decir que varias comunidades cercanas vivían de la pesca en el mar.

Pero los restos semienterrados dan fe de que eso fue verdad en el siglo XIX, y lo más tétrico, es haber encontrado en una isla existente en el siglo XX, con resto de lo que habrían sido armas biológicas en la llamada época de la Guerra Fría.

Actualmente en la parte norte, la que tal vez se pueda recuperar, está siendo posible la pesca con fines comerciales, especialmente se captura besugo, carpa y lucioperca.

La parte sur, va camino a secarse definitivamente, ejemplo, Moynaq, que fuera décadas atrás una próspera comunidad pesquera, ahora se encuentra a decenas de kilómetros de las orillas del Mar de Aral, donde se destaca un monolito recordatorio.

Claro, el Mar de Aral no está cerca de las principales ciudades del mundo, no está de moda por incendios, no está sacudido por un huracán, está entre Kazajistán y Uzbekistán. Poca prensa…

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