
Cine: 4 mitades
La película italiana 4 mitades (título original: Quattro metà) fue estrenada recientemente en la plataforma Netflix con gran éxito de visitas. Una comedia romántica con ritmo muy dinámico, de esas que mantienen atento al espectador hasta el final, y bien interpretada por Giuseppe Maggio, Matilde Gioli, Matteo Martari y Ilenia Pastorelli.
4 mitades desafía el concepto de las almas gemelas con las historias paralelas de cuatro amigos solteros que forman diferentes parejas. Al inicio, vemos a Luca y Sara en la terraza de su casa, una pareja que se casó hace un par de años y viven enamorados, ellos son los anfitriones de otra joven pareja, Francesco y Federica. Mientras discuten entre todos si existe o no la ilusión de la media naranja, los dueños de casa deciden contar una historia a sus invitados a modo de ejemplo para convencerlos de que la vida pasa por otro lado… o no? Varias veces remarcamos que si bien el amor sostiene la ilusión de unión entre dos personas que se suele nombrar como media naranja, en lo cotidiano las cuestiones de los lazos amorosos se complican.
¿Marca el destino que nos encontremos con nuestra alma gemela a pesar de todo? ¿Cómo se explica desde la ciencia? Para comprobarlo o rebatirlo, los anfitriones invitan a cenar a cuatro amigos, dos amigos de él y dos amigas de ella, todos solteros y sin compromiso a modo de cita a ciegas. Y allí comienzan las historias, pero no es tan simple porque en la película todo el tiempo se juega con un contrapunto de distintas situaciones y es por eso que hay que estar muy atento para entender el hilo conductor de cada escena.
Una perlita: como argentina no pude contener una sonrisa en la escena que van a hacer avistamiento de ballenas en Portugal porque luego viene una conversación donde se retoma lo vivido y Alberto comenta que había estado en el sur de nuestro país viendo a las ballenas y había quedado encantado. Hasta rematan la charla brindando ¡por la Patagonia! ¡Salud!
Al final, se ve llegar a la casa a los cuatro amigos… 4 mitades nos deja un final abierto donde quizás lo que más importe no sea quién se quedó con quién sino cómo la vida va transcurriendo en los corazones de cada personaje. ¡90 minutos muy recomendables para la época que nos toca!