
Comentario del libro El mundo sin mamá
Por Magdalena Poccard*
El mundo sin mamá escrito por Pablo Melicchio, me resultó un libro de acentuada personalidad, que adquiere gradualmente una perspectiva amplísima, universal, sobre una temática significativa, la pérdida de la madre.
Una obra pródiga en cuanto al sentimiento compasivo ante el dolor propio y ajeno. Sin afectaciones; trasunta en sus páginas enternecidas una lealtad legítima hacia sus padres, esposa e hijos, sus pacientes, y hacia otros milagros que el mundo concede, los naranjos en flor, los zarzales, fragmentos de canciones interpretadas por músicos inefables como Gustavo Cerati, Charly García, Mercedes Sosa, acordes al clima que se respira a lo largo de dicha composición.
El autor se arremanga, se compromete, se permite en voz alta pero intimista, dudar de todo, indagar acerca de cuestiones existenciales, espirituales, la salud y la enfermedad, la felicidad y la tristeza, la paz y la zozobra, el tiempo, la finitud, la cierta anestesia social de un sector de la medicina.
De tal manera, su mirada integra el pasado al presente, el sufrimiento como realidad que se impone, pero ante el cual, aunque se ahogue, es posible no hundirse sino continuar nadando, ir a la escuela del dolor, amortiguar los golpes del destino, a veces, imprevisibles. Buscar puertos dulces donde pueda compartir su pena.
Cumple, este libro, una misión profusa, constructiva, humaniza la adversidad al proponer renunciar a la omnipotencia, acompañando situaciones difíciles, con coraje, amor, humildad, sin descuidarnos, sin dejarnos llevar por la culpabilidad que suscita, en ocasiones, estar sano frente al que se encuentra gravemente enfermo.
Gracias al autor, por este canto de gratitud, por ese aleccionador aprecio por los vínculos nobles que conforman, en presencia y en ausencia, nuestro ser en la tierra. Gracias por la prosa poética y su frescura.
* Compartimos el escrito ganador del Concurso de reseñas del Club de Lectura Leer en tiempos difusos de la editorial Palabrava.