
Un Hombre Inmortal: El Conde de Saint Germain
Pocas certezas de su lugar y fecha de nacimiento, y todo un misterio alrededor de su muerte, o hasta las dudas si realmente se trataba de un ser inmortal, hoy presentamos al Conde de Saint Germain.
El Conde de Saint Germain recorrió el mundo entero en tiempos en que las comunicaciones y los medios de transporte eran muy lentos, conocía desde México, Africa, Turquía y hasta el Tibet, sabía numerosos idiomas, como árabe, italiano, ruso, español, chino, francés, inglés.
Sabía de todos los temas de la época, hablamos del siglo XVII y XVIII, era como un genio, cuando algunas personalidades destacaban en una rama cultural, él tenía fuertes conocimientos de medicina, química, ciencias, historia, artes, poesía, pintura.
También sabía ejecutar diferentes instrumentos musicales, pianista, violinista y hasta compositor.
Lo que a un ser normal llevaría dos vidas aprender o realizar, el Conde de Saint Germain poseía todo ese increíble conocimiento con aparentes 50 años, aunque muchos dicen que jamás envejecía.
¿Vivió más de tres siglos?
Algunos indicaban que su nacimiento era en Transilvania alrededor del año 1690, posible descendiente de Francis Racoczi II, príncipe de Transilvania, aunque otros señalan que puede haber estado presente en la época de Jesús.
Otros decían que había vivido más de 300 años, habiendo conocido a muchos de los personajes más importantes de la historia europea, como Casanova, Madame de Pompadour, Voltaire, el Rey Luis XV de Francia, Catalina la Grande, entre otros.
La leyenda sobre su inmortalidad comienza con una anécdota, en el año 1760.

Fue en París cuando una anciana Condesa oyó que un conde de Saint-Germain había llegado para una velada en la mansión de Madame de Pompadour, que era amante del Rey Luis XV de Francia.
Ella había conocido al conde de Saint-Germain en el año 1710 en Venecia, y al encontrarse nuevamente con él, se sorprendió al ver que no había envejecido, preguntándole si era el hijo del conde que ella conoció en Venecia.
“No, señora, pero yo vivía en Venecia a finales del siglo pasado y comienzos de este, he tenido el honor de haberla conocido bella y hermosa”.
Ante lo que escuchaba, la anciana condesa perpleja le contestó:
“Perdóneme, pero eso imposible. El conde de Saint-Germain que conocí en aquellos días tenía por lo menos cuarenta y cinco años. Y es la misma edad que tiene usted.”
El conde consiguió convencer a la condesa de que era el mismo hombre que ella conoció en Venecia, dándole todo tipo de detalles de sus encuentros anteriores y de cómo era la vida en la antigua Venecia.
El reconocido filósofo, Voltaire, dijo de Saint-Germain que es “un hombre que nunca muere y que lo sabe todo”.
De dónde conseguía sus riquezas, de que vivía y de donde venía, nadie lo supo con certeza, pero era un gran pintor, músico, alquimista, joyero, y se dijo fue uno de los partícipes de conspiración para que Catalina la Grande llegara al trono de Rusia.
Se dice que el donde de Saint-Germain pasó sus últimos años escribiendo un manuscrito conocido como La Tres Sainte Trinosophie, un clásico de la literatura ocultista.
Este libro fue escrito con una mezcla de jeroglíficos y lenguaje moderno, que es considerado por muchos la biblia del ocultismo.
Según los registros locales, Saint-Germain murió el 27 de febrero de 1784, pero…de allí surgen nuevas vertientes.
Ponemos atención a lo dicho en 1821 por la condesa d’Adhemar, ella escribió: He visto a Saint-Germain de nuevo, lo vi cuando la reina Antonieta fue asesinada, al día siguiente de la muerte del Duque de Enghien en enero de 1815, y en la víspera del asesinato del Duque de Berry. La última vez que lo vio fue en 1820 y siempre parecía ser un hombre de no más de 40 años.
Entre los años 1880 y 1900, volvió a aparecer el nombre de Saint-Germain, cuando los miembros de la Sociedad Teosófica, incluyendo la famosa mística Helena Blavatsky, afirmaron que aún estaba vivo y trabajaba el “desarrollo espiritual de Occidente”.
También en el año 1897, la entonces famosa cantante francesa Emma Calvé le dedicó un retrato autografiado de sí misma a Saint-Germain.
En el siglo pasado, en el año 1972 en la ciudad de París, un hombre llamado Richard Chanfray anunció que él era el legendario Conde, y para demostrar su afirmación, aparentemente convirtió el plomo en oro en una estufa de acampar frente a las cámaras.
Chanfray se suicidó en 1983.

Todos estos datos podrían ser obra de la charlatanería popular, pero lo cierto es que diferentes personalidades de cada época dieron fe de este Conde inmortal, con datos muy ciertos y concretos.
Así, el Conde de Saint Germain, que se encontraba siempre en un estado de permanente juventud, pudo ser conocido con diferentes nombres según donde aparecía:
En Holanda, Conde de Surmont
En Bélgica, Marqués de Montserrat
En Rusia, General Welldone
En Alemania, Príncipe Rakoczy, pero allí se descubrió su identidad como Saint Germain, y tuvo huir de allí.
Otros nombres conocidos para el Conde fueron Marqués de Aymar, Conde de Belmar, Conde de Soltikov, Conde de Wendome, Conde de Monte Cristo, Caballero de Schoening y Zanonni.
Protagonista de libros y películas, lo cierto es que el Conde de Saint Germain fue y es en estos tiempos, una incógnita, aún en las más detalladas investigaciones.