Conversamos con el poeta Juan Pablo Bagnarol

La flamante novedad de la editorial santafesina Palabrava es una apuesta fuerte, lanza el poemario Los cuerpos nacieron para luchar de Juan Pablo Bagnarol.

Como resalta la poeta Laura Kiener en el texto de su contratapa: “La voz poética se sitúa justo entre el dolor y el enojo o un paso más allá: Todo lo que me hicieron / y no me volví malo. / Ese es mi mayor triunfo. Los cuerpos nacieron para luchar pone en palabras lo que tanto nos cuesta: las cicatrices familiares, la fragilidad, la pena que, con el tiempo, se transformará en orgullo”.

Juan Pablo Bagnarol nació en la ciudad de Santa Fe, Argentina. Ha publicado varios libros, coordina talleres de escritura creativa y es colaborador de Editorial De l’aire de la que fue, desde el inicio, codirector, editor y creativo. Estudia Sociología en la Universidad Nacional del Litoral.

– Juan Pablo, ¡felicitaciones por tu nuevo libro! Contanos ¿cómo fue el proceso que te llevó a escribir Los cuerpos nacieron para luchar?

Gracias, mi más reciente poemario emerge durante el primer año de pandemia. Compartía la casa con mis padres y eso me permitió observar más a mi padre y comprenderlo y llegar a perdonarlo por hechos del pasado que ni él ni yo supimos manejar. En este “revisar del vínculo” pude reflexionar acerca de cómo la sociedad patriarcal en la que vivimos y su lógica machista y violenta marca nuestros cuerpos y nuestras mentes. De alguna manera me vi niño otra vez, haciéndome preguntas y analizando el resultado en mí después de tantos condicionantes sociales. De todas esas preguntas nacen los poemas de este libro: ¿Por dónde pasan entonces la sensibilidad y fortaleza de un varón? ¿Puede un varón permitirse ser sensible, expresar libremente sus emociones? Los poemas buscan ser respuestas a cómo es la construcción del amor entre dos hombres después del impacto de la violencia en sus cuerpos.

– Claro, la poesía es el género literario que más se acerca a lo real del sujeto. ¿Cómo es para vos escribir poesía?

Concibo a la poesía como un refugio donde sentirme seguro y al poema como un espejo donde cualquier persona puede verse. Hay un “enfrentarme a mí mismo” en este libro, donde se observan momentos tristes y vulnerables de mi vida, pero a la vez también hay entendimiento y crecimiento emocional que me permite mirar hacia adelante y lograr ser más feliz. Espero que este poemario pueda llegarle a quien lo lea y le de respuestas, incluso alivio, por momentos de la vida que dejó pasar y que sin duda le han marcado. De alguna manera creo que escribo para explicar el mundo en el que vivo y porque hay cosas que tienen que ser dichas, que tienen que ser nombradas.

– Y entonces, ¿con qué se va a encontrar el lector cuando tenga el libro en sus manos?

Bueno, el libro está dividido en tres apartados. El primero se llama Euforia y tiene que ver con toda la etapa de enamoramiento e ilusión y las expectativas que uno pone en la otra persona y también todo lo que uno trae de vida y experiencias pasadas. El segundo apartado, Los cuerpos nacieron para luchar, muestra la relación con mi padre y cómo me siento siendo varón, es un rescate de la sensibilidad y la belleza en momento muy difíciles. El tercero y último lo nombré Satélites porque son un conjunto de poemas que escribí en paralelo al tema principal del poemario, pero también siento tocan temáticas muy cercanas a lo ya abordado (la función de la poesía, el binarismo de género, la hostilidad del mundo, la muerte, etc.). Me pareció una buena idea repartir los poemas bajo esta disposición y un desafío como lector el poder darle un orden al libro.

– ¡Muy linda propuesta! Dan ganas de meterse en ese mundo… para finalizar nos gustaría saber cómo fue que llegaste a editar en Palabrava.

Patricia Severín, editora de Palabrava, me pidió hacia finales del 2020 si tenía algún poemario o un conjunto de poemas que le suministrara para evaluar una posible publicación a futuro. Yo le compartí un borrador con algunos de los poemas que finalmente están en el libro. Por suerte y ventaja para mí, Patricia me dio tiempo y eso hizo que el borrador creciera y escriba nuevos poemas que le terminaron de dar forma a lo que hoy es un libro. Es importante que quienes editan entiendan los procesos por los que pasa un escritor. Estoy muy contento con el resultado y agradezco a Patricia y a Viviana Rosenzwit por todo su trabajo y dedicación. Ahora no queda más que esperar que los lectores disfruten tanto como yo de esta preciosa edición en blanco y negro.

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