Conversamos con el poeta Luis Benítez sobre su nuevo libro
Durante estos días tan particulares, la editorial Palabrava lanza un nuevo libro de poemas del destacado poeta, narrador y ensayista Luis Benítez.
Nadie sabe dónde estuvimos nos recuerda en cada palabra, quizás sin quererlo, los momentos más fuertes de la vida misma.
Una experiencia de lectura que seguro no pasará desapercibida. Conversamos con su autor al respecto:
Luis, ¿cómo surgió tu nuevo poemario Nadie sabe dónde estuvimos, cómo fue el proceso que te llevó a escribir el libro?
Como la mayoría de mis obras, sufrió un proceso mixto: lo que iba leyendo sobre distintos aspectos de la realidad mundial –sociales, políticos, económicos y culturales, también descubrimientos e investigaciones científicas- fue elaborándose a partir de meditar sobre esos pormenores, al tiempo que iba estableciendo asociaciones de ideas entre un aspecto y otro. Por supuesto, hay influencias que actúan sobre el proceso creativo que no conocemos, no somos conscientes de ellas. Algo que escuchamos decir, cierta escena de la TV, recuerdos del pasado, todo ello se mezcla y produce sensaciones que se van traduciendo en palabras. Algunas las buscamos, otras aparecen por las suyas. El poema va tomando forma en medio de ese proceso, y luego dispara otros textos poéticos, hasta que se configura el libro o su primer borrador. En total, me llevó tres años darle su forma definitiva.
En esta oportunidad publicaste en una editorial del interior de Argentina, de la Ciudad de Santa Fe, ¿cómo fue tu experiencia?
Me interesé por el pujante trabajo de edición de autoras y autores que viene haciendo Palabrava desde 2012, destacado por la calidad de su fondo editorial y la variedad de sus propuestas. Además, el hecho de que publique poesía argentina por su cuenta y riesgo es un detalle muy singular: hay muy pocas casas editoras que lleven adelante este aporte tan fundamental a nuestra cultura. Creo que esta característica subraya y mucho la importancia que posee por sus propios méritos Palabrava, en el panorama editorial actual. Fue para mí una gran alegría y me sentí muy honrado cuando el sello me invitó a presentar un inédito para someterlo a su atención. Yo publico cuando puedo, es decir, cuando otros pueden publicarme, y siempre me resultó más fácil hacerlo con mis trabajos en narrativa y ensayística a escala nacional, mientras que en lo referente a poesía las posibilidades fueron en general mayores a través de editoriales extranjeras. Poemarios míos están traducidos y publicados en varios países americanos y europeos, pero siempre es para mí un gran orgullo que una editorial argentina, un sello de mi país, se interese por ellos. Asimismo, destaco la gran calidad de diseño y edición de Palabrava, que tanto cuidado pone en estos aspectos, así como en la distribución. Ciertamente la calidad de los objetos-libro que pone en librerías Palabrava nada tiene que envidarle a la que ofrecen sus colegas internacionales. Y se amplía aún más la llegada de cada título al editar por canales mixtos: como formato físico y también en e-book. Otro punto destacable para una editorial mediana que apuesta a crecer!
¿Cuáles son tus expectativas acerca del flamante lanzamiento de Nadie sabe dónde estuvimos?
Que llegue con toda su potencia a los lectores, ya que se trata de un poemario que transita por el pasado, el presente y el futuro de la condición humana, en momentos en que la incertidumbre, el temor a lo que vendrá, la falta de satisfacciones en la vida cotidiana, la impotencia del individuo ante los poderes que manejan su indefensa existencia a su más caprichoso antojo, la frustración permanente y la falta de horizontes ciertos atentan constantemente contra la integridad de esa misma condición humana. Es un libro duro, ya lo han dicho otros, críticos y lectores que tempranamente accedieron a sus páginas, pero es que duros y muy duros son nuestros días, mas la intensidad de Nadie sabe dónde estuvimos lo que hace es reflejar justamente nuestras circunstancias, las de todos. En ese sentido y como creo que al leer un poemario, quien lo hace lo está reescribiendo, traduciéndolo a sus propias palabras, la identificación del lector con el texto y el enriquecimiento que le da con su lectura a todos sus significados, será un nuevo y múltiple aporte. Nadie sabe dónde estuvimos se convertirá en un trabajo colectivo, según más y más sensibilidades lo vayan leyendo y recreándolo.
Invitamos a nuestros lectores a comprar Nadie sabe dónde estuvimos de Luis Benítez, que lo podrán conseguir en formato papel y ebook. Los motivos son muchos, disfrutar de sus poemas, apoyar la poesía argentina y a las editoriales independientes que se esmeran por brindar excelentes lecturas con un arduo trabajo de fondo y… mucho más que descubrirán ustedes! A leer!
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