Corridas de Toros: ¿Sí o No?

Las Corridas de Toros, históricamente, han sido motivo de división de opiniones, tienen tanto adeptos como detractores, tienen a quienes las extrañan como a quienes festejan su desaparición de diferentes ciudades.

Hace pocos días regresamos a Argentina tras visitar algunas ciudades de Italia y España, este último país, uno de los que más tradición en corridas de toros posee, pese a que en la actualidad, ha decrecido la actividad.

Recorrimos varias Plazas de Toros, como las de Alicante y Valencia, para conocer la estructura, la edificación y las gradas, nos sorprendió totalmente caminar por la arena, e imaginar el espectáculo en el que un toro ataca (o en realidad se defiende) a un torero.

Alicante, Plaza de Toros y Monumento

Las defensorías de animales ven como actos atroces e inhumanos las faenas de los toreros, quienes disponen de armas para mutilar, torturar y maltratar a los toros, para luego darles una sanguinaria muerte.

Los históricamente defensores de las Corridas de Toros, realzan la tarea de un hombre, el Torero, quien desafía los embates de animales de cientos de kilos para esquivarlos, flameando su capa, y recibiendo el oleee del público asistente ante su habilidad.

Lo cierto es que, así como el Coliseo de Roma y de otras ciudades servían para matanzas de humanos, y poco a poco suspendieron esas actividades, las Plazas de Toros también comenzaron a cesar sus actividades referentes a las Corridas de toros.

Actualmente, por ejemplo, hay muchas ciudades que tiene sus Plazas de Toros como edificios meramente turísticos, otras ciudades los han reconvertido en atractivos centros de compras y gastronomía, como el Arena de Barcelona por ejemplo.

No solamente es actividad desarrollada en Europa, en España más precisamente, sino que en México, la actividad es legal, como en otros 7 países, y lleva de la mano a numerosas actividades relacionadas, como por ejemplo, la crianza taurina, y este país posee la Plaza de Toros más grande, con capacidad para más de 40.000 espectadores.

Igualmente, la tauromaquia está disminuyendo en popularidad, y son contadas con los dedos de las manos las veces que se realizan Corridas de Toros, aumentando el número de oportunidades en que los escenarios son utilizados para recitales musicales o múltiples eventos como en los estadios de fútbol.

Hace pocos días, Ecuador oficializó la prohibición de corridas de toros en su territorio, mientras que en España, de las 52 provincias que existen, han dejado de ofrecer estos espectáculos Girona, Lleida, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Tarragona, Ceuta, Barcelona, Ourense Lugo y La Coruña.

Los festejos taurinos que se celebran en España caen un 60% desde el año 2007, siendo Madrid y Toledo las que representan el 24% del total de espectáculos taurinos, seguidos por Salamanca, Ávila, y Cuenca.

Galería dentro de Plaza de Toros – Valencia

¿Sería posible un espectáculo sin banderillas y espada?

¿Sería posible aplaudir de pie la faena de desgaste de un torero, sin lastimar ni matar al animal, sin vivar por la muerte del toro, o por el trofeo de sus orejas?

Lo cierto es que tradiciones de varios siglos no se pueden borrar, pero hay avances en que la crueldad contra el animal se termine.

Nosotros, argentinos, que nunca tuvimos a estos espectáculos como populares, vemos desde una posición lejana la resolución, pero lo real es que matar a un animal por deporte, nos hace recordar a las públicamente censuradas cacerías de fieras en África.

Igual, el debate seguirá abierto, ya que las tradiciones no se eliminan fácilmente, e invitamos a nuestros lectores a pronunciarse, ¿Corridas de toros sí o no?

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