¿Por qué echamos a los turistas de Argentina?

Todos notamos últimamente, que con nuestros altos precios en diferentes rubros, echamos a los turistas de Argentina. Cada vez menos de ellos llegan de otras partes del mundo para movilizar con sus visitas diferentes aspectos económicos en las distintas regiones de nuestro país.

Vivimos durante años escuchando gobiernos de turno, contándonos lo costoso que es tal o cual cosa en otros países, y nos comparan el gasto de subte, luz, gas, para decirnos que somos “afortunados” por lo que nos cobran en Argentina… Pero lo cierto es que gracias a nuestros altos precios en general, echamos a los turistas que llegan de otras partes del mundo a nuestro país.

Los agentes turísticos de la Costa Atlántica argentina en general se quejan de una temporada chata, al 50% de las posibilidades, y otro tanto se escucha por las comúnmente visitadas Sierras Cordobesas o los Corredores Serranos de San Luis, por ejemplo. Ni que hablar del sur argentino que este año especialmente tuvo que competir con el país vecino Chile, que acaparó y sigue acaparando a los compradores y turistas con sus precios bajos.

Claro está, empezando por los precios de alojamientos, siguiendo con lo elemental como la gastronomía y alguna excursión para conocer atractivos turísticos cercanos, son mínimos los presupuestos familiares que logran cubrir semejantes números.

Y si en lugar del turista interno, que quiere recorrer el país, consultamos a turistas que llegan desde otros países a Buenos Aires con intenciones de recorrer otros puntos turísticos, encontraremos en sus respuestas mucha lógica del porqué llegan menos turistas cada año.

Hablamos con una turista italiana, Rossella y sorprendida nos comparaba el precio de un simple café en un barcito porteño con un buen cappuccino en Venecia, su ciudad natal. Ella vino a Buenos Aires por segunda vez porque ama su vida cultural, sin embargo está muy enfadada con los altos costos que le impiden darse simples gustos y comprar recuerditos y regalos para su familia.

Así los turistas europeos se horrorizan cuando un café en jarrito se lo cobran en confiterías o restaurantes de nuestra ciudad a $ 50 pesos, el equivalente casi a E 3 euros, o un cappuccino a $ 80 o $ 90 pesos, el equivalente a E 6 euros más o menos. Cuando en la bella Roma o Florencia, por poner ejemplos verificados, un cappuccino cuesta de 1,20 a 1,50 euros como máximo.

Entonces, nos preguntamos ¿por qué echamos a los turistas?

La misma cuenta serviría para comer una pizza o saborear un plato de pastas, duplicamos aquí como mínimo, el costo del mismo consumo en Europa, incluso, en algunos lugares con el cobro del cubierto o servicio, está cerca de triplicarse.

Ejemplo, este verano pasado en la hermosa Villa de Merlo de San Luis, un plato de pastas en un restaurante “sin mantelitos” ni lujos, estaba entre $ 170 y $ 190 pesos, sin entrada, sin bebida ni postre, equivalente a unos 11 a 13 euros, cuando en el viejo continente, un establecimiento similar cobra 10 u 11 euros un menú completo que consta de entrada, plato principal con acompañamiento (nuestra habitual guarnición), postre y bebida. Y ni hablar de las tapas en Barcelona donde hay sitios que por 2 euros tomás una cerveza con complementos riquísimos!!

O hasta si quieren ahorrar y compar en el supermercado la cuenta no cierra, el queso en la Ciudad luz París en un supermercado a una cuadra de la Torre Eifell cuesta la mitad que en Buenos Aires y el libro de leche un cuarto en proporción a nuestras góndolas.

Los alojamientos no escapan del abuso, ya que una habitación de hotel para 2 personas, nivel medio, 3 estrellas en Mar del Plata, Villa Carlos Paz o Villa de Merlo San Luis, no bajaba esta temporada de verano pasada de los $ 1100 / 1200 pesos argentinos, un 60 o 70 % más que en Chile, Brasil o Perú, a donde el turista argentino escapó este verano o a donde recalan los turistas europeos.

A la hora de los recuerdos o suvenires, una taza que diga Mar del Plata o que tenga un dibujo típico de la Ciudad de Buenos Aires, no baja de $ 100 pesos (equivalente a 5 o 6 euros), cuando con el dibujo del Coliseo, el Big Ben, la Torre Eiffel o la Torre de Pisa en las ciudades europeas cuesta la mitad. ¿Hay necesidad de cubrirse con precios abusivos?

Nos creemos inteligentes por querer esquilar los bolsillos de los turistas, pero luego lamentamos ver como se llenan otras ciudades de otros países, que abrazan al turista y lo hacen sentir especiales.

Tampoco hay que ir tan lejos, escuchamos como en Uruguay hay tasa de IVA 0% en hoteles, cuando aquí pagamos el 21% o en Chile hay tarjetas de descuentos especiales en los shopping para turistas.

Hay muchas cosas para cambiar amigos, si quieren revertir la situación y atraer nuevamente a los turistas con sus dólares y euros para “casita”.

Sino, a conformarse con los mismos 2 millones de argentinos que cada fin de semana largo se moviliza por los centros turísticos del país, si es que los peajes y los combustibles no les entorpecen el presupuesto.

2 millones son los que viajan sobre 40 millones de habitantes, solo representan el 5% y seguramente siempre son los mismos, que pueden disponer suficiente dinero para un fin de semana especial.

Pero si queremos que se movilicen nuestras economías regionales, y no se detengan como siempre en Iguazú, Bariloche, Salta o Ushuaia solamente, bajemos un poco los precios esenciales en los alojamientos, gastronomías y paseos, para que esas divisas no se vayan a Machu Pichu, Puerto Montt, Punta del Este o Río de Janeiro.

Y sí, habrá quienes quieran piensen efectivamente en Europa los peajes son más caros, pero las autopistas son vías especiales en serio, bien mantenidas, y con rutas alternativas sin peajes.

A diferencia de los monopolios generados con nuestras Autovía 2 o la Ruta 11, llenas de baches y que en algunos tramos tiene solo una mano para ir y una mano para volver, una verdadera ruta de la muerte, y ni hablar de las rutas 7 y 8, que cruzan el país a lo ancho, contando también con un carril de ida y otro de vuelta, con la excepción de San Luis, provincia en la cual hay autopistas y rutas muy buenas y seguras.

O quienes estén pensando que los pasajes al exterior son muy caros, sin embargo hoy en día los pasajes se pueden financiar en 12 o 18 meses y allá todo es más económico.

Comentarios

comentarios

Un comentario a ¿Por qué echamos a los turistas de Argentina?

  1. Nancy dice:

    A esos costos seria interesante poder restarles las comiciones que hay que darle a los guías, coordinadores y afines, incluyendo a aquellos de los cuales quieren ganar más que el prestador de los diferentes servicios y encima quedan como que «te están haciendo el favor» a vos…!!!

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