Visitamos La Fuente de los Locos y Obtenemos el Diploma (de locos).
Visitamos la Fuente de los Locos, así se conoce a la Fuente del Bargello, del siglo XVI, y que se encuentra frente al edificio Bargello, en la Ciudad de Gubbio, Italia, a 160 kilómetros hacia el sur este de Florencia.
Ya nos ubicamos geográficamente, ahora algunos detalles más de Gubbio, una ciudad famosa por realizarse allí la Festa dei Ceri, que es uno de los eventos folclóricos italianos más antiguos, que se realiza en el mes de mayo, el día 15, y del cual participan todos sus habitantes.
En esta fiesta, se sacan las tres velas de la Basílica de Sant’Ubaldo, lugar donde se encuentran todo el año, Los Ceri son tres máquinas de madera, superpuestas y unidas internamente por un eje central que atraviesa su estructura.
Las estatuillas de los Santos que se encuentran encima de esas Tablas de Gubbio, se conservan en cambio en la pequeña iglesia de S. Francesco della Pace llamada «dei Muratori» en Via Savelli.
Pero ahora, a los nuestro, Gubbio también es conocida por otra peculiaridad, por ser la ciudad de locos, y que encima reciben un diploma por serlo.
Nos debemos acercar a la Fuente del Bargello, conocida como la Fuente de los Locos, que se hizo famosa en todo el mundo especialmente en los turistas que llegan a Italia, porque aquí es posible obtener una licencia muy especial.
Si bien para los turistas es solo un juego, o un ritual como las moneditas en la Fontana di Trevi, para la gente de Gubbio es un asunto serio, tanto es así que se ha creado una asociación especial que protege esta práctica y ha establecido reglas y requisitos.
Su apodo, la Fuente de los locos, proviene de una leyenda local que establece que toda persona que corra tres veces alrededor de ella se vuelve loca.
Obtener aquí la licencia de loco es un verdadero ritual que tiene su origen en el siglo XIX y se inspira en el «birate», o en las vueltas rápidas que se dan alrededor del asta principal de la Piazza Grande durante el Festival Ceri que ya les comentamos.
Y para los turistas hay una segunda posibilidad para obtener la licencia de loco, o «Matto di Gubbio», dando tres vueltas a la fuente corriendo, luego de lo cual hay que sumergir la mano y salpicarse de buena forma con el agua de la Fuente del Bargello.
Una vez bien mojado, bautizado o salpicado, hay que ir a una de las tiendas ubicadas en la plaza y comprar la licencia, sí, es la Licencia de Loco de Gubbio.
Pero además del atractivo de la Fuente de los locos, Gubbio es una pequeña pero encantadora ciudad medieval ubicada en el centro de Italia.
Tiene un hermoso centro histórico, en el cual hay varias plazas muy bien mantenidas, impresionantes palacios e iglesias.
Caminando a lo largo de la Via dei Consoli pueden apreciarse las llamadas Porte della Morte, o en español, las Puertas de la muerte.
Estas puertas son estrechas aberturas, que están tapiadas y generalmente muy cerca y ligeramente por encima de la entrada principal de la casa.
Estas características arquitectónicas son raras, y solamente se las puede apreciar en unos pocos lugares en Umbría y Toscana en Italia, y en el sur de Francia.
La leyenda o historia oral dice, que estas puertas sólo se utilizaban para llevar los ataúdes de los residentes muertos, y que luego se tapiaban nuevamente.
Otra posibilidad era que, esas puertas más estrechas se utilizaran en caso de un ataque, ya que la estrecha abertura, por lo general conduce a una escalera también muy estrecha, quedando como un punto más fácil de defender.
Visitar la Basílica de Sant’Ubaldo es un imperdible, ya que conserva el cuerpo incorrupto del Santo patrón de la ciudad, pero hay que tener valor para llegar a ella, en el Monte Ingino, a la que se puede llegar en un teleférico, diferente, diminuto, y hasta vertiginoso.
La capacidad es para dos personas que viajan paradas, el diminuto habitáculo se balancea en su recorrido de unos 500 metros subiendo, digamos, no apto para cualquiera, y si van sin cerrar los ojos, podrán tomar excelentes fotos y videos del recorrido.
Edificios emblemáticos para visitar desde Piazza Grande, que alberga el Palazzo dei Consoli y el Palazzo Pretorio, y visitando la hermosa Catedral de Gubbio, se puede continuar hasta el Palacio Ducal, enviado a construir por el Duque Federico da Montefeltro.
En el Museo Cívico pueden apreciarse las Tablas Eugubinas del siglo III-I a.C, que son siete tablas de bronce escritas en lengua umbra, consideradas uno de los más importantes documentos itálicos.
Otros sitios para visitar, por ejemplo, es donde se encuentran los restos de Teatro romano de fines del siglo I a.C. ubicado por fuera de la muralla, y las Seis puertas que se abren a lo largo de las murallas, que fueran edificadas a finales del siglo XIII.
Ya con estos detalles, y el diploma de loco en nuestro poder, no hay que irse sin probar el Crescia di Gubbio, de la gastronomía regional.
Es una especie de tarta rellena, que es el pan casero tradicional, amasado de harina, levadura, leche, aceite, y una pisca de sal, estirado hasta hacer una masa fina, para disfrutar rellenándolo con embutidos, quesos y verduras regionales.
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