La Increíble Historia (o Leyenda) del Gallo de Barcelos
Muchas ciudades en todo el mundo a veces se nutren de historias y leyendas para atraer turismo, como es el caso que les contaremos hoy, eventos que acontecieron en una pequeña ciudad de Portugal llamada Barcelos.
Ubicada a orillas del Río Cádavo, a 370 kilómetros al norte de Lisboa, a 25 kilómetros al oeste de Braga, y a 200 al sur de Santiago de Compostela en España, Barcelos es oficialmente municipio portugués desde el siglo XII.
El Gallo de Barcelos: Cuenta la historia, o tal vez leyenda, que los habitantes del municipio o burgo estaban aterrorizados por un crimen sucedido allí, mientras no podían apresar al autor del mismo.
Ante la imposibilidad de encontrar al autor del crimen, y como muchas veces sucede, el primer desconocido fue señalado, un ciudadano gallego que decía estar allí para realizar el camino a Santiago de Compostela a los fines de cumplir una promesa con el santo.
El gallego fue detenido por las autoridades, pese a que se declaraba y juraba ser inocente, y como habitualmente sucedía en esos años de la Edad Media, sin más dilaciones y con un veloz juicio, fue condenado a morir en la horca.
Como último pedido o voluntad, el devoto del Santo Santiago de Compostela pidió hablar con el juez que lo mandaba a la horca, que estaba en medio de un gran banquete junto a varios invitados.
Ante todos, el gallego condenado reafirmó su inocencia y señalando un gallo asado que estaba sobre la mesa, les dijo que “Es tan cierta mi inocencia como es cierto que ése gallo cantará cuando me ahorquen”.
Las carcajadas de los presentes en casa del juez desacreditando las palabras del condenado recorrieron las mesas, pero en toda la noche, ninguno de los comensales probó de aquel gallo señalado por el gallego.
En el momento que el peregrino a Santiago estaba siendo ahorcado, el gallo asado se levantó y cantó.
Ya nadie dudaba de las afirmaciones de inocencia del condenado, momento en el que el juez asume su error, corrió hacia la horca y descubrió que el gallego se había salvado gracias a un nudo mal hecho.
A su orden, el peregrino gallego fue Inmediatamente liberado, marchándose en paz y libre de culpas del crimen por el cual lo habían acusado injustamente.
Años más tarde, el gallego volvió a Barcelos para esculpir el crucero del Señor del Gallo que ahora se encuentra en el Museo Arqueológico de Barcelos, y en homenaje a Santiago y a la Virgen, a quienes atribuyó el milagro de su salvación.
De allí, el famoso Gallo portugués que aparece por cada esquina en forma de souvenir, que los turistas llevan de recuerdo como la famosa mosca de Girona en Cataluña, salvadoras de la ciudad en la invasión francesa.
Sea en forma de paño de cocina, de toalla, de delantal, de figurita, de llavero, o posando junto a las esculturas, el Gallo de Barcelos, o el Gallo Portugués, es recuerdo obligado de los visitantes.
Para quienes lleguen a Barcelos, es inevitable disfrutar de su centro histórico, el puente medieval de estilo gótico del siglo XIV, la Picota o Pelourinho, un edificio de estilo gótico tardío de finales del siglo XV.
Los fieles podrán visitar también la Iglesia Matriz de Santa Maria de Barcelos, la Capilla de Nossa Senhora da Ponte, la Iglesia do Terço y la Iglesia do Senhor Bom Jesus da Cruz.
El Palacio de los Condes de Barcelos, donde se encuentra el Museo Arqueológico, el Museo de Olaria o Museo de Cerámica, el Teatro Gil Vicente, la calle Rua D. Antonio Barroso, la Torre de Porta Nova.
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