Una Piedra en el Zapato de España: Gibraltar

Siendo un atractivo turístico innegable, pequeña pero molesta, es la roca que los españoles no quisieran recordar dentro de su historia, el Peñón de Gibraltar, una pequeña porción de territorio que se introduce en el mar, casi como una isla solo unida al continente por una lengua de tierra.

Estratégicamente ubicado, el Peñón de Gibraltar fue desde hace siglos un bastión importante para conquistar, aquel que lo conquistara tendría una posición inmejorable sobre el mar, con África a pocos kilómetros y a la vista, la entrada desde el Océano Atlántico al Mar Mediterráneo.

Gibraltar pasó de manos Borbónicas a manos inglesas luego de un intenso asedio y bombardeo de flotas anglo holandesas en el año 1704, tras el cual los ingleses quedaron como nuevos dominadores del punto estratégico.

En el año 1713 España cedió a perpetuidad Gibraltar a Gran Bretaña por lo firmado en el Tratado de Utrecht, donde se destacan 3 condiciones:

La primera es la delimitación del territorio, la segunda la comunicación con zonas vecinas, y el tercero, un derecho a que Gibraltar volviera a España en caso de que Gran Bretaña cambiara el régimen pactado en el tratado.

Debido a cambios de estatuto que el Reino Unido efectuó sobre Gibraltar en el 2006 tras un referéndum del 2002, España ya ve sus derechos para recuperar el territorio, por lo cual ya inició reclamos, mientras tanto, sigue con esa mancha en su soberanía.

Mientras tanto, Gibraltar es una pequeña Inglaterra, desde su idioma oficial que es el inglés, sus carteles y propagandas, y hasta sus cabinas telefónicas marcan un detalle bien londinense, rojas y cerradas.

En tan pequeño territorio, unos 6,5 kilómetros cuadrados, Gibraltar es todo un laberinto para el visitante, con la particularidad de que el Gran Peñón todo lo domina, desde cualquier punto, el peñón puede ser visto.

El aeropuerto atraviesa una avenida, ya que de otra forma no podrían aterrizar aviones allí, por lo cual esa avenida debe cerrarse como barrera ferroviaria para que den paso a los aviones que despegan y aterrizan. Toda una extrañeza.

En cuanto a atractivos turísticos, aunque es tan pequeño su territorio, para recorrer los mejores sitios de interés de este macizo rocoso que llega a los 426 metros de altura, es recomendable disponer de 2 días bien utilizados.

A la vez de que es pequeño, en Gibraltar existe una reserva natural que ocupa el 40% de su territorio, en la cual se destacan los macacos que recorren libremente la zona, única en toda Europa.

Castillo de Gibraltar

No es extraño ver a estos monos interactuando con los turistas, aunque haciendo una vida muy tranquila.

Hay que tener en cuenta que por ser territorio inglés, los precios son en libras esterlinas, conviene ir con esa moneda para evitar que en el cambio los comercios tomen una cotización desfavorable para el turista.

El punto imperdible sin dudas es subir al Peñón de Gibraltar, 412 metros se pueden ascender a través de un teleférico, y por unos 25 euros se puede ascender, recorrer la reserva, visitar todas las atracciones y descender de la misma manera.

Lógicamente, desde más de 400 metros de altura las vistas son increíbles, se ve tanto hasta territorio de África como todo Gibraltar, el mar y el puerto, buques que vienen y van hacia el Atlántico.

Hay puntos panorámicos o terrazas para observar tanto al mar como a la ciudad, el peligroso aeropuerto, y siguiendo el recorrido, se puede ingresar por ejemplo, a las baterías de cañones O´Haras Battery, desde donde se defendía de posibles invasiones a Gibraltar.

Por una serie de túneles dentro de la roca, se llega a diferentes sitios que en su momento eran depósitos, siempre dentro de la roca, también se llega a una enorme cueva con estalactitas y estalagmitas, la Cueva Saint Michael,  iluminada de diferentes colores para dar una sensación increíble y tenebrosa a la vez. Altamente recomendable su visita.

Continuando en bajada, se puede acceder a los Túneles del Asedio, los que cada unos cuantos metros tienen ventanas donde asomaban los cañones defensivos para defender esta posesión inglesa de los ataques españoles y franceses por recuperar Gibraltar.

El Castillo de Gibraltar, o sus restos, ya que tuvo bombardeos y modificaciones, pero vale la pena llegar a él, está a unos 100 metros sobre el nivel del mar, siempre bajando.

El centro de Gibraltar tiene numerosos comercios dedicados al turismo, para llevarse souvenires, o para sentarse a tomar un aperitivo en alguno de sus bares y restaurantes, como los que hay en la Plaza Casemates, o Grand Casemates Square, que tiene un oscuro pasado ya que allí se realizaban fusilamientos.

Faro de Punta Europa en Gibraltar

Llegar al Faro de Punta Europa en el Estrecho de Gibraltar, es otra de las recorridas imperdibles, y si se dispone de tiempo libre, se pueden recorrer el puerto y las diferentes playas que se ubican al pie del Peñón de Gibraltar, como la Playa Bahía Catalana, nombre en honor a los 350 catalanes que estaban en la invasión inglesa para tomar el peñón en el siglo XVIII.

Cómo llegar: Málaga se ubica a 135 kilómetros por carretera, Sevilla a 200 kilómetros, Cádiz a solo 120 kilómetros, y uno de los sitios donde se puede alojar para estar a pasos de Gibraltar, es La Línea de la Concepción, conocida más como La Línea, desde donde se puede llagar caminando a Gibraltar pasando el control fronterizo.

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