Turismo Escondido: Barrio Titanic Belfast, Nuevo Polo Turístico
Tras el hundimiento del Titanic, pasaron muchos años en el que la gente local no quería identificarse con el barco, aquel que era imposible que se hundiera pero que se hundió en su viaje inaugural, junto al orgullo de Belfast y el de su industria naval.
Por aquellos años de inicios del 1900, la Belfast’s Harland & Wolff se había convertido en el astillero más grande del mundo, todo un símbolo para Belfast, la ciudad que vio nacer en sus talleres al Titanic.
La triste historia del navío es archiconocida, el iceberg que abrió su casco bajo la línea de flotación en su viaje inaugural hacia Nueva York, el timón pequeño para un barco tan grande, las malas decisiones del capitán, la insuficiente cantidad de botes, y más.
Más de 100 años después, con el descubrimiento del naufragio, con tantas versiones de cine y documentales, en Belfast comenzaron a creer en el hundimiento como algo positivo, porque este histórico hundimiento también podía darles turismo y dinero.
Más de un siglo pasó desde el fatídico mes de abril de 1912, y Belfast pasó a modo positivo la historia, con la construcción del Barrio Titanic, en el mismo puerto en el cual se construyó el barco a vapor más grande de su época.
El Barrio Titanic alberga lujosos edificios de departamentos, un parque empresarial a todo lujo, y el Moderno Museo Titanic, una idea que ha llenado de turistas en los últimos años a la renovada Belfast.
Uno de los puntos de mayor atracción, por supuesto, es el Museo Titanic, un edificio moderno, como la proa de cuatro barcos, se eleva en el lugar donde el Titanic inició su andadura, que se mire desde donde se mire, da la impresión de ver un enorme barco acercándose.
El museo es una visita apta para grandes y chicos, cuenta con 9 salas interactivas, modernos efectos visuales y sonoros que incluyen a los visitantes transportándolos en el tiempo.
Para los niños será una visita que disfrutarán plenamente, y los adultos amantes de la historia del Titanic seguramente vivirán una experiencia soñada.
El Museo Titanic es la atracción más grande del mundo dedicada al navío y su costo de realización y puesta en marcha ascendió a casi 120 millones de euros, sin contar año tras año, la venta de réplicas de objetos del barco.
La vecina ciudad de Dublin tuvo siempre más brillo para ser visitada por el turista común, más aun por su historia de violencia entre dos sectores enfrentados por décadas.
Pero desde hace unos años, fue ganando consideración, las aerolíneas bajo costo comenzaron a tentar más visitantes, y poco a poco, Belfast puede mostrar sus facetas renovadas en cultura, infraestructura, y sitios de interés, como el mencionado Museo Titanic.
Podemos agregar entre los sitios de interés, su centro histórico, la Universidad de Queens, el Palacio de Justicia, los Murales católicos y protestantes con el Muro de la Paz, el Museo Marítimo de Belfast, el Ayuntamiento y la Aduana, la Torre del Príncipe Alberto, el Castillo Belfast.
Y si se dispone de tiempo, a menos de 100 kilómetros de Belfast se puede visitar un sitio de los más atractivos de toda Europa, como es La Calzada del Gigante, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1986.
En este sitio natural hay unas 40 mil columnas de rocas basálticas formadas hace unos 60 millones de años, pero también existe una leyenda sobre su formación:
Según la misma, estas columnas se originaron a partir del conflicto entre dos gigantes, uno de Irlanda y otro de Escocia, quienes se tiraban piedras que se fueron acumulando sobre el mar.
Hoy en día, para conocer Belfast y los atractivos mencionados se puede partir de Dublín en tour programado, o mejor, instalarse por 2 o 3 días en los numerosos alojamientos de la ciudad, y realizar los recorridos con tranquilidad.
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