De Una Carreta Averiada al Nacimiento de Cruz del Eje
En diciembre pasado, tuvimos la suerte de visitar Cruz del Eje y encontrarnos con el nieto de uno de los primeros intendentes de la ciudad, disfrutar de largas charlas y recibir escritos de principios del 1900, que nos permiten hoy compartir con nuestros lectores de todo el mundo.
Don Carlos Tarter, oriundo de Austria, fue llamado directamente por el Cura Párroco José Polanco para venir a la Argentina en los años 1880 y que se encargara de la construcción de la Iglesia Parroquial de Cruz del Eje.
Hablamos de épocas en que un viaje no era fácil de resolver, más aún, desde el centro de Europa hasta Sudamérica. El único medio de transporte posible era el barco, con semanas de travesía, y luego llegar al centro de la Argentina, por rutas y caminos de tierra y piedras.
La construcción fue realizada con características propias del estilo romántico y a su vez barroco, la Iglesia era apreciable en los detalles manuales de las columnas que se hallaban tanto en su interior como en su exterior.
Así fue construida la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, hoy Iglesia Catedral de Cruz del Eje, la que puede ser divisada desde la ruta de ingreso a la ciudad, con un color propio espectacular que resalta de día o de noche.
Pero no fue la única obra que trascendió los años y aún pueden apreciarse, ya que también Don Carlos Tarter se encargó de la construcción de la Jefatura de Policía de Cruz del Eje, la de Cosquín, el Palacio Municipal, la Residencia de Antonio Malacrida, entre otras más.
Con el tiempo adquirió tierras en el entonces pueblo, y en los inicios del 1900 se lo nombra Inspector de Trabajos Municipales, consiguiendo que se aprobara la Ordenanza de Puertas y Portones, la que ordenaba colocar una chapita con el número en cada casa.
Siendo Concejal asumió como Intendente Interino, en reemplazo de Félix Cáceres, eso ocurrió en el 1906, y ese mismo año, fue elegido Intendente, convirtiéndose en el segundo intendente de la ciudad electo por el voto popular.
Don Carlos Tarter falleció en 1935, pero el legado familiar en esta ciudad serrana de la Provincia de Córdoba siguió con fuerte arraigo, ya que Don Luis Tarter, nieto de Carlos, también fue elegido Intendente de Cruz del Eje.
Precisamente nuestra conversación fue con Don Luis Tarter, disfrutando de sus relatos, de un buen asado en el quincho de su casa, y tomando nota de muchos datos históricos en su propiedad cercana al famoso Dique de Cruz del Eje.
Su paredón de más de 3 kms. de longitud y un espejo de agua de 1.200 hectáreas es punto de interés turístico, pueden ver detalles de la represa en nuestra nota: https://sobrelibrosycultura.com/cruz-del-eje-cuenca-del-sol/ , que fuera construida en la década de 1940.
Así, buscando Don Luis en sus archivos, nos contestó una de las inquietudes que teníamos sobre el origen del nombre de la ciudad, el nacimiento de Cruz del Eje. ¡Y vaya sorpresa!
Nos contaba de una leyenda, con el enfrentamiento del cacique Olayón y el capitán español Tristán de Allende, que concluyó trágicamente con ambos fallecidos.
Y nos regaló el Canto IV de Bamba, que nos llevaba a la respuesta:
Divino el Sol, que trágico desciende
Es Resplandor de gloria, de soslayo
Besa el cadáver de Tristán de Allende
Y como espada ensangrentada, tiende
Sobre el yerto costado el postrer rayo
Conduce una carreta al héroe armado
El silvestre laurel coronas teje.
La carreta se quiebra en el Bañado:
Y allí dejan al héroe sepultado,
Poniendo una Cruz hecha del EJE.
Entre las historias del nacimiento de Cruz del Eje, de los arranques de la ciudad y anécdotas vividas en la zona, se fue haciendo de tarde. Nos costó la despedida luego de tan grata jornada pasada con Don Luis y sus hermanas Carmen y Victoria, ojalá pronto podamos volver para seguir disfrutando de su hospitalidad serrana.
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