¿Quién Creó el Primer Whisky y en qué País?

Ya nos detuvimos un día en el Oporto, también en el Marsala, vinos que surgieron en Portugal e Italia y se hicieron populares en todo el mundo, pero hoy vamos a buscar los orígenes de una bebida siempre asociada a las Islas Británicas, más aún a Escocia, como lo es el whisky.

Pese a que se le atribuyen a China en el siglo XIII las primeras elaboraciones de una bebida con fines curativos para lograr un medicamento que les permitiera combatir la peste bubónica, al recorrer esta bebida el mundo antiguo llegó a Escocia.

Aunque vale la aclaración que ya había seguramente conocimiento anterior de la preparación de una bebida similar, ya que un alquimista árabe llamado Albukassen en sus escritos del siglo X describía el proceso de destilación.

Fue en Escocia donde se elaboró en diferentes variedades el whisky, mejorando la fórmula y refinando el proceso de fabricación a partir de la destilación de malta fermentada que se encuentra en cereales como el trigo, la cebada, maíz y centeno.

Pero lo que queremos saber es quien fue el creador del primer whisky.

Y no podía ser de otra nacionalidad, es escocés, John Cor, el fraile a quien se le atribuye la creación del primer whisky de la historia, ya que el primer registro que menciona al whisky es con fecha 1 de junio de 1494.

Este documento está inscripto en los “Exchequer Rolls” (1494–95, Vol X, p. 487) fechado en el año 1494 y emitido por orden del rey Jacobo IV de Escocia, recibe una partida de malta para elaborar unas botellas de la que en el documento se denomina agua de la vida, o “aqua vitae”.

¿Quién era John Cor, este monje que pasó así a la historia gracias a esta bebida?

John Cor era un monje tironense que servía en la ahora destruida abadía de Lindores, en la ciudad de Newburgh, en el condado de Fife, en Escocia.

Los monjes tironenses eran originarios de Francia, más precisamente de la abadía de la Santísima Trinidad de Tiron, en Perche, fundada por Bernard de Ponthieu a inicios del siglo XII.

En cuanto a la los orígenes de la palabra inglesa “whisky”, también puede estar escrita “whiskey”, en gaélico se le llama al whisky “uisce beata”, traducción literal, a su vez, del latín, “aqua vitae”, la palabra quedará reducida a “uisge”, que da “whisky” en inglés y «güisqui» en español.

Por aquellos años, el whisky además de como bebida lúdica, era utilizado tal como lo hacían los chinos, con fines médicos, para la curación de heridas y la sedación de dolores, para practicar algunas intervenciones quirúrgicas de esos tiempos.

Tras la primera reforma anglicana de Enrique VIII en el año 1536, los monasterios tal y como estaban en esos años fueron disueltos en muchos casos destruidos, por lo cual los monjes continuaron con la fabricación del whisky individualmente, compartiendo la fórmula de entonces con otros rubros, por ejemplo, los barberos cirujanos.

Los whiskies cuentan con una graduación alcohólica de 45 grados, y habitualmente se lo bebe solamente con el agregado de hielo, para preservar su sabor sin mezclarlo con otro tipo de bebidas.

En España se comercializa una marca de whiski con el nombre del monje, John Cor, habiendo tenido que superar demandas por el uso del nombre, que fueron definidas a su favor.

Mientras tanto, los amantes de esta bebida siguen insistiendo, como nota de humor, que tantos años han pasado ya, y a John Cor no se lo ha nombrado santo patrono de los bebedores.

Mundialmente reconocido, Escocia es sin dudas el país asociado inmediatamente con las mejores marcas en la actualidad, que por ley, deben permanecer al menos 3 años en barricas, aunque la Unión Europea tomó cartas en el asunto, y obliga por ley a las destilerías, a indicar en la botella la edad del malta más joven de la mezcla.

Significa que si un Single Malt posee maltas de 10, 18 y 25 años, deben indicar que es un whisky de 10 años, aunque la proporción del malta de 10 años sea menor al resto.

Cada 8 de febrero, se celebra el Día Internacional del Whisky Escocés, bebida elegida por millones de personas en el mundo y que unificaron ese día para festejar a su bebida preferida.

Así, mientras pasamos la cuarentena del COVID19, y no podemos movernos tanto de casa, una buena película y un vaso de buen whiski, pueden ser buen antídoto contra el estrés del encierro.

Como siempre, beber con moderación.

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