Conversamos con el escritor Javier Núñez sobre su próximo libro
El escritor rosarino Javier Núñez ganó el premio Literario Casa de las Américas 2022 por su novela Hija de Nadie, un reconocimiento importante que no hace más que reafirmar su recorrido profesional. Anteriormente, había obtenido el Premio Latinoamericano a Primera Novela Sergio Galindo (2012) y el Concejo Municipal de Rosario lo declaró Escritor Distinguido. Algunos de sus libros han sido publicados en Italia, México, Uruguay y Estados Unidos.
En pocos días más, saldrá a la luz otra novedad que se espera con ansias entre los lectores: El pulso secreto de las cosas, editado por la editorial santafesina Palabrava. A partir de esta noticia, conversamos con Javier Núñez para que nos cuente sobre su nueva obra.
Javier, ¡felicitaciones por el nuevo libro El pulso secreto de las cosas! Contanos ¿cómo surgieron las narraciones?
Gracias, sí los textos que le dan forma a este libro pertenecen a ese género un poco indefinible que resulta de la escritura del momento. Textos regidos por la contingencia, por lo que acontece alrededor en un tiempo determinado, por el azar de esas pequeñas cosas que convocan la mirada o el interés del que escribe. Literatura de ocasión. De ocasión porque responde al fulgor de un momento y, también, porque es de segunda mano: a veces lo que se cuenta, lo que se refiere, son historias ajenas vueltas a contar porque me permiten hablar de algún tema que me conmueve o me interesa. El amor, la memoria, la escritura, algún viaje, una fábula urbana. Fueron escritos a lo largo de casi diez años y se trata, en su mayoría, de textos concebidos para un espacio determinado —muchos se publicaron en la contratapa de Rosario/12, el suplemento local de Página/12; otros en el suplemento Cultura y Libros del diario La Capital de Rosario— y en un tiempo puntual. Sin embargo, siempre pensé que había algo en esos textos que les permitía una vida extra. Que había, en esas historias, en esas anécdotas o en esos momentos impresos en una página de diario, algo que los volvía un poco menos efímeros.
Y supongo que ahí formalizaste la idea de un libro…
Claro, me pregunté entonces cómo funcionarían en conjunto y armé una primera selección de los que, me parecía, compartían una suerte de espíritu común. El orden, de cualquier modo —así como el trabajo paciente y amoroso con los textos que facilitó el pasaje de su forma original a esta nueva— se lo debo a Susana Ibáñez, que le encontró el modo de agruparlos por temas que se abren y que vuelven.
Un buen trabajo editorial, un ida y vuelta que logró darle una vida diferente a aquellas historias para convertirlas en un libro.
Sí, por mi parte, y a modo de declaración de intenciones, puedo decir que no me interesaba respetar un orden cronológico ni, tampoco, consignar en cada uno la fecha en que habían sido escritos o publicados, tal como muchas veces se ve en ciertos libros de estas características. Por algún motivo no del todo claro —pero, ahora que lo pienso, quizás para contradecir el propio origen de los textos que nacieron anclados en el momento— sentí que el libro pedía volverse incierto y atemporal: que se mezclaran los textos de hace una década con los del último año, que mi voz saltara entre sus propios vaivenes, que mi confusa biografía subterránea se diluyera en el desorden.
Como dice en la contratapa, con una profundidad sorprendente y conmovedora sencillez, el autor Javier Núñez nos habla del amor en breves relatos que se abren constantemente. Al zambullirnos en su mundo, leemos y pensamos sobre la vida, sobre retazos de vida que arman una nueva melodía, un pulso secreto de las cosas que lacera y drena la herida de un corazón que sigue apostando a la esperanza.
Palabrava nos vuelve a sorprender con una apuesta editorial muy atractiva. ¡Atentos que sale a la venta los primeros días de abril y no se lo pueden perder!
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