Conversamos con el escritor Luis Benítez sobre su nueva novela El deseo y la furia
El destacado narrador, poeta y ensayista L. E. Benítez vuelve a sorprender a sus lectores con una novela que tiene por escenario el convulsionado siglo XIX argentino, cuando en tiempos del caudillo Rosas el escándalo de la fuga de una niña de la alta sociedad, Camila O’Gorman, en compañía de su amante, el cura párroco Uladislao Gutiérrez, agitó las aguas de una rígida sociedad patriarcal, conmovida hasta sus cimientos por el desafío que el deseo de la pareja representaba para las convenciones de la época.
Un tema muy atrayente desde donde se lo mire, una historia con todos los condimentos suficientes como para convertirse en un bestseller editorial en los próximos días. Por este motivo, conversamos con Luis Benítez y lo compartimos con ustedes.
Luis, ¡felicitaciones por el lanzamiento de tu nueva novela El deseo y la furia! Contanos ¿por qué decidiste abordar “el caso O’Gorman”?
Gracias, sí porque en la mitad del siglo XIX que dos jóvenes como ellos, menores de edad para la ley imperante, decidieran por las suyas que el deseo que los unía era más fuerte que las reglas a seguir, fue un anticipo, aunque de funesto final entonces, de cómo la relación entre individuo y Estado cambiaría con el paso del tiempo. Fundamentalmente, cómo las mujeres harían valer su poder de decisión acerca de sus propias vidas. Camila se atrevió a dar el gran paso y, aunque terminarían ella y Uladislao capturados y fusilados el 18 de agosto de 1848, a menos de un año de su fuga, demostraron que era posible escapar de toda convención y arbitrario mandato porque la ley del deseo es más poderosa que los intereses creados. La Iglesia, la mayor parte de la sociedad de aquel tiempo, las conveniencias políticas de uno y otro bando, la prensa opositora a Rosas fogoneando a la opinión pública en contra de los prófugos y en busca de perjudicar al Gobierno, no lo tomaron en cuenta y tampoco consideraron que había dos vidas en juego. Fueron asesinados, aunque se buscó y se encontró respaldo jurídico para hacerlo. En El deseo y la furia eso queda bien en claro a los lectores.
Por supuesto, es una historia muy poderosa. ¿Qué podemos encontrarnos en tu novela?
Propone una reconstrucción muy interesante de la época, con todas sus curiosidades y detalles. El desarrollo de los hechos, aunque desde el punto de vista de la ficción, se encuentra en líneas generales acorde a cómo sucedieron. Episodios paralelos de nuestra joven historia, como la pugna entre unitarios y federales, la heroica defensa de nuestra soberanía en la Vuelta de Obligado, cuando la Argentina se plantó frente a las dos mayores potencias de entonces, Francia e Inglaterra, e hizo valer sus derechos. Características de la vida cotidiana y de los rumbos del país, interrelacionados para que el lector viva en carne propia esos momentos en que la pasión de los amantes se desarrolló. La personalidad enérgica de una joven mujer que eligió cuál era su propio destino y vivirlo hasta las últimas consecuencias. Todas las intrigas y el suspenso constante que se sufrían y alteraban las existencias de sus contemporáneos. En suma: me propuse que el lector se sintiera allí, en esas calles de antaño, en esos conflictos del pasado, como si fuera uno más de sus protagonistas.
Dan ganas de leerla ya, y la edición acompaña con una imagen de tapa fuerte, no?
Exacto, por eso quiero agradecer puntualmente a la casa editora, Vestales, por la magnífica realización gráfica de la obra, que tan bien acompaña a lo que escribí. Asimismo, por la excelente distribución en librerías que posee el sello, es posible acceder a El deseo y la furia en todos los puntos del país. ¡Espero que disfruten la lectura!
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