Conversamos con la escritora Marcela Casaroli

En este verano tan caluroso en Buenos Aires, los escritores y las escritoras siguen su labor porque el deseo no cesa y las ganas de publicar pueden contra todo pronóstico. Así fue que esta semana nos enteramos del lanzamiento del libro de cuentos No fue fácil de Marcela Casaroli.

Marcela Casaroli nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Como ella misma nos dice, disfruta del arte en todas sus formas. La música, el teatro, la escritura la acompañaron durante un camino que “no fue fácil” transitar por los altibajos que presenta la vida.

Ese transitar ya dejó su huella plasmada en este bello libro de cuentos No fue fácil, así que nos contactamos para conversar con ella sobre la experiencia.

– ¡Felicitaciones Marcela! Contanos ¿cómo surgió el libro?

Gracias, como ven el título de mi libro refleja las vicisitudes que todos tenemos que atravesar durante el transcurso de nuestras vidas. Los textos surgieron de disparadores externos e internos que motivaron la creación de las historias contadas. Es por ello que puedo decir que con algunos pocos personajes me identifico en algún aspecto, mientras que, con otros, siento cariño porque los he sabido comprender. Empecé escribiendo monólogos y escenas teatrales, debido a las clases de teatro que he tomado con diferentes maestros de quienes he recibido el incentivo para hacerlo.

– Claro, y así te lanzaste a la aventura de publicar tu primer libro…

Sí, la verdad que nunca pensé que iba a escribir un libro. Durante el vasto tiempo de encierro que provocó la pandemia, se produjo un cambio dentro de mí que modificó mi vida. Fue así que me atreví a pensar que podía publicar mis historias, con mucho material escrito durante esa época y en otros momentos de la vida. Para mí es un antes y un después. Es haber podido patear un poco el tablero y reinventarme, lo cual me pone feliz. Ahora espero que los lectores también disfruten de los relatos.

– El libro contiene más de ciento treinta cuentos, no?

Sí, es grande, contiene 384 páginas llenas de historias donde se mezclan la fantasía con la realidad. Son textos que hablan de personajes, lugares y situaciones ficticias o conocidas por mí. Seres humanos, ángeles, santas, demonios, animales y reflexiones puestas a la orden de la ficción. Un gran desparramo de expresiones, gestos y actitudes. Como es la vida misma.

– Si tuvieras de elegir algunos relatos preferidos para tentar a tus lectores de leer el libro, de ¿cuáles podrías darnos un adelanto?

¡Ay qué difícil! Bueno, primero les cuento sobre “Cumpleaños”. Una tarde de domingo, aburrida, fui hasta el cuartito y encontré la caja de fotografías en blanco y negro perteneciente a mi familia. Las miraba detenidamente hasta que encontré una donde yo estaba al lado de la torta de mi cumpleaños, llorando a moco tendido. ¿Qué me habría pasado?, me pregunté. … y de allí nació la historia, una creación que recorre algunos días de los diferentes cumpleaños de una mujer y en la cual siempre se encontraba llorando cuando estaba a punto de soplar las velitas de la torta. La figura de su madre es fundamental en esa historia, ya que ella es la que la consuela con sus palabras hasta el fin de sus días. También puedo hablarles de otro cuento fuerte que da inicio al libro y se titula “Desintegrándola”, donde un grupo de personas intenta, por todos los medios, cambiar a otra. Habla de la invalidez de no poder aceptar que el otro puede ser distinto, pensar distinto, actuar distinto; y cómo eso les resulta desagradable e inaceptable, lo destruyen sometiéndolo a la más mínima expresión. Habla del poder de un grupo sobre la individualidad de una persona.

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