Turismo Escondido: Tingo María y la Cueva de las Lechuzas

Mientras nos quedamos en casa, recordamos que hace unos años tuvimos la posibilidad de viajar a uno de esos lugares que quedan grabados para siempre en todos los sentidos, un lugar que se descubre a cada paso y no deja de sorprender al visitante desde el mismo momento en el cual se arriba, les contamos todo lo aprendido y recorrido en Tingo María, Perú.

Tingo María es una ciudad del Departamento de Huánuco, fundada en el año 1938, para tomar una idea geográfica, está en el centro norte de Perú, y esta ciudad es llamada la Puerta de Entrada a la Selva Amazónica, por su clima, paisajes, sus caudalosos ríos, y una vegetación que se espesa a medida que nos adentramos por los diferentes senderos.

En nuestro caso llegamos viajando desde la Ciudad de Huánuco en un remise, el cual puede compartirse con otras personas para repartir el gasto, sino, habrá que pagar completo el viaje para tener privacidad.

Nuestra visita fue en el mes de octubre, bastante caluroso, pesado, con nieblas que bajan a la carretera sinuosa, por lo que es mejor ir con gente que maneja ese trayecto casi a diario.

Lo primero que nos muestran al llegar, es el relieve montañoso denominado La Bella Durmiente, que le ha dado fama a Tingo María como la ciudad de la bella durmiente, y como en muchos sitios de todo el mundo, a este tipo de formaciones rocosas no solo se les da un nombre especial, sino que sobre ellos se crean mitos o leyendas, La Bella Durmiente en Tingo María no es la excepción.

La Bella Durmiente . Tingo María

Un joven llamado Cuynac se enamoró de la princesa Nunash, con quien vivió feliz por buen tiempo, hasta que el padre de otra princesa de nombre Amaru, convertido en culebra, los atacó. Los poderes de hechicero de Cuynac le permitió convertir a su amada en mariposa para que volara y buscara ayuda, y el se convirtió en piedra.

Nunash volvió, pero aunque con la ayuda conseguida logró vencer, Cuynac nunca pudo dejar de ser piedra. Ella sin remedios, se sentó sobre su amado convertido en piedra, cuando escuchó la voz de su amado, diciéndole que ese había sido su pedido, y que si su amor estaba intacto, permaneciera junto a él en ese cerro, y que por las noches de luna llena, apareciera ante toda la gente como una bella mujer dormida.”

Ya instalados en Tingo María pusimos la mira en nuestro objetivo principal, conocer el Parque Nacional Tingo María, que cumple años el próximo 14 de mayo, y la Cueva de las Lechuzas, sus alrededores selváticos, y recorrer el resto de la ciudad junto a otros atractivos para los visitantes.

En la misma cordillera de la Bella Durmiente, se encuentra La Cueva de las Lechuzas, que es una gran gruta de la que aún no se conoce a ciencia cierta su longitud o si tiene alguna otra salida.

En esta cueva viven infinidad de colonia de aves, reptiles, un infierno de insectos de todo tipo, y cantidades apreciables de murciélagos.

Quienes descubrieron la cueva hace muchos años, confundieron al guácharo, ave numerosa en cantidad en la zona y en la cueva, con lechuzas, por lo que el nombre quedó para siembre como Cueva de las Lechuzas.

Actualmente se realizan recorridas de unos 400 metros en la cueva, guiados por profesionales, quienes explican los tipos de animales que la habitan, (cuando nosotros fuimos no había pasarela de madera), y algo que no cambia es el fuerte olor por los residuos y excrementos de las diferentes aves, huano.

La recomendación es estar vestidos con ropas cómodas y frescas aunque con calzado especial para no patinar, y medias para evitar la posible picadura de insectos, gorra o sombrero, y agua fresca para hidratarse.

El costo de la entrada al Parque Nacional Tingo María para extranjeros es de 30 soles peruanos, válido por un día.

¿Qué más recorrer?

Por diferentes senderos se puede llegar a varias cascadas como la Catarata San Carmen, hermosa caída de agua de unos treinta metros que presenta un pozón o piscina natural donde es posible nadar, y otras cascadas cercanas son Gloriapata, San Miguel y el Velo de las Ninfas, todas en Tingo María. Es recomendable ir con ropa que permita disfrutar de un refrescante baño.

Distancias: Desde la Ciudad de Huánuco, la distancia hasta Tingo María es de 120 kilómetros, que demanda más de dos horas de recorrido, por lo cual lo ideal para recorrer tranquilos es quedarse una noche al menos para disfrutar 2 días recorriendo Tingo María.

Desde Lima, la Capital de Perú, la distancia es de 490 kilómetros, pero dada la dificultad de la ruta, son unas 10 horas el tiempo de viaje.

Desde Tingo María para adentrarse aún más en la selva amazónica, puede visitarse Pucallpa, a unos 250 kilómetros por carretera, aclarando que son más de 5 horas de viaje.

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