Conversamos con la escritora Susana Ibáñez sobre su próximo libro
Junto con el mes de diciembre, llegan las últimas novedades bibliográficas del año 2020. Un año tan especial, merece grandes historias como las que nos propone la escritora Susana Ibáñez en su nuevo libro: Te juro que es por tu bien.
Así que nos comunicamos con ella para que nos cuente un poco más…
Susana, contanos ¿de qué se trata tu próximo libro Te juro que es por tu bien?
Te juro que es por tu bien contiene dos novelas breves que escribí durante los primeros meses de distanciamiento, La aguja en el ojo y Me verás volver. Ya estábamos hablando con la editorial Palabravasobre la publicación de otro texto que yo tenía cerrado, pero estas dos nouvelles realmente hicieron que cambiaran los planes porque tocan temas que interesan a todos por estos días.
¿Por qué te parece que tus novelas breves despertarán el interés de los lectores?
En el caso de La aguja en el ojo, lo más interesante es quien narra, creo. Lo que empezó como un experimento casi gramatical, buscando la posibilidad de una primera persona que no necesitara revelar su género, con los sucesivos borradores se transformó en un o una coprotagonista de género fluido o no binario. Esta voz narrativa cuenta la vida de su vecina modista y a la vez la propia, las tragedias que ocurren en cualquier familia, pero sobre todo la historia de una relación de afecto que se sostiene a pesar del paso del tiempo o porque faltan otras relaciones significativas. Intenté narrar esos procesos constantes de construcción y de desmoronamiento que atravesamos en nuestras vidas, atravesados en este caso por una identidad sexual que recién ahora tiene reconocimiento y por fantasías de éxito que llevan a frustraciones inevitables. El título tiene que ver con limitaciones y obsesiones, la vista que empeora, la costura que la exige, en un juego que habla justamente de los condicionamientos que nos alejan del objeto de nuestro deseo.
Bien, ¿y qué pasa con la figura del narrador en Me verás volver?
Acá también intenté trabajar con una figura que me interesaba hace mucho, la primera persona plural, y sin quererlo se armó un “nosotros” que invisibiliza la posible presencia de una mujer. Me gusta ponerme objetivos difíciles de lograr, porque aunque el resultado sea diferente a lo que planeaba en principio, de todas formas se construye un texto que escapa a la repetición de fórmulas que ya frecuento. Ese “nosotros” cuenta sobre las acciones de los habitantes de un edificio en relación a un hombre que se instala a vivir en el ingreso con su colchón y su perrito. El desafío pasaba en este caso por partir de estereotipos y darle a cada consorcista una complejidad progresiva, sin que se llegue a saber todo de ellos. Intenté hacer lugar a la paranoia, al delirio, a la violencia y a la ternura, atravesados por la mirada sarcástica de ese “nosotros” que solo se revela en toda su potencia al final de la historia. Me costó ponerme en el lugar de personajes que me causaban repulsión por sus ideas y sus decisiones, pero ahí también había un desafío que me pareció que había que aceptar.
Entonces surgió Te juro que es por tu bien, ¿a qué se refiere el título del libro?
Conversamos mucho sobre los títulos posibles con la editora, tanto de las nouvelles como del libro en general. El título Me verás volver remite a una ciudad de furia que se parece a la que describo y a un regreso constante que precipita el final. En ambas historias hay personajes que creen estar tomando decisiones por el bien de otro, sin aceptar el derecho de ese otro a decidir por sí mismo cómo quiere hablar, qué quiere decir y cómo quiere vivir. De ahí Te juro que es por tu bien… La foto de la tapa también se refiere a eso, una puerta, los barrotes con que buscamos separarnos pensando que así nos preservamos de lo que vemos del otro lado como una amenaza.
Te juro que es por tu bien de Susana Ibañez saldrá en estos próximos días editado por Palabrava, de Santa Fe, Argentina y será una lectura imprescindible para todos los amantes de las buenas historias en este verano que se comienza a palpitar.
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