Ay Carmela! Escultura itinerante
Cuando un despreocupado caminante levanta su mirada y ve una figura no habitual en su recorrido, y si ese caminante es un turista o alguien que no pasa habitualmente por esa zona, seguramente lo primero que hará será tomar una fotografía usando su tablet, celular o lo que tenga a mano, para retratar a Carmela, o retratarse junto a ella.
Carmela es la escultura realizada por el artista Jaume Plensa, que ha sido ubicada en el mes de abril en Barcelona, frente al Petit Palau de la Música, y que se lleva todas las miradas, todas las fotos, que deja maravillados a quienes recorren la zona en busca de puntos turísticos.
En ningún mapa turístico figura, pero Carmela está ahí, con sus cuatro metros y medio de altura, realizada en hierro fundido, para realzar la belleza de la zona, interceptando a los desprevenidos en su camino al Petit Palau, llevándose las miradas de propios y extraños.
Sea cual fuese su destino, la primer fotografía seguramente se la llevará Carmela, ya que su figura es poco común, según su autor, está comprimida, y eso se parecía en las fotografías que ilustran nuestra nota.
De perfil se la aprecia normalmente, y la sorprendente toma de frente, es que la escultura es casi plana.
Búsqueda del autor sin dudas, ya que según cuenta, “ Lo que la gente más valora es la perspectiva. Cuando llegan desde Via Laietana la ven redonda y cuando la rodean se sorprenden al ver que es plana”.
Y así está, embelleciendo la zona, ahora los vecinos no quieren que llegue el momento de despedirla, ya que para todos, le ha cambiado la cara para mejor al barrio Sant Pere.
Pese a que su autor no se pronuncia entre los que piden que Carmela se quede para siempre allí, la fecha estipulada para que sea retirada es el 18 de septiembre, por lo que una campaña para su permanencia ya ha sido lanzada.
Es que Plensa tenía entre manos un megaproyecto de 52 metros de altura en el frente marítimo de la ciudad, y si Carmela se queda donde hoy está, ese megaproyecto no se llevaría a cabo.
Carmela ha conmocionado tanto la zona que los guías turísticos ya tienen allí una parada obligada, el turista se ve gratamente sorprendido y toma un descanso a los pies de Carmela.
Veremos en septiembre, cuando se cumpla el plazo que estaba pactado desde un inicio, para saber si Carmela se queda y adopta definitivamente la zona del Petit Palau como su nuevo hogar, o sigue su derrotero.
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