Castillo de La Toma, Historia y Secretos Oscuros
El Castillo de La Toma es una de esas construcciones que nos sorprenden al viajar por pueblos y ciudades de Argentina, y nos invitan a descubrir sus rincones y secretos propios y de sus antiguos habitantes.
Ubicado justamente en La Toma, ciudad de la provincia de San Luis, que debe su nombre a la toma de agua instalada por su dueño Carlos Bett sobre el Río del Rosario, en los orígenes del pueblo, esencial para las necesidades de sus habitantes y el riego de cultivos.
El Castillo de La Toma fue construido en el año 1857, construido con mucho lujo y detalle, unos cien metros de largo y unos cincuenta de ancho, con arquitectura medieval de la península Ibérica, con vestigios árabe.
Éste castillo y sus tierras constituían el primer asentamiento en varias leguas a la redonda.
En aquel siglo XIX La Toma era utilizada como Posta o paraje dónde los baquianos y arrieros de ganado venían a refrescarse, alimentarse y descansar.
Con una imagen a lo lejos de fortaleza medieval europea, el castillo y su torreón son símbolo histórico de La Toma y por supuesto atractivo para el visitante que llega a la ciudad recorriendo la Provincia de San Luis.
No está en las mejores condiciones de conservación, un tema que la ciudad y la provincia deberían apuntalar para llevarlo de nuevo a su mejor forma.
Sus antiguas escaleras están desprendidas, el techo de aquellos años está a punto de caerse y en algunas de sus paredes se nota la caída del revoque.
De paso, hay que conocer también la parte de la historia oral, que pasa de generación en generación, y nos habla de un suicidio por amor.
Se dice, que una de las antiguas dueñas del Castillo de La Toma, se había enamorado de un español y que su familia, le negaba el permiso a casarse por xenofobia de aquellos años.
Eso la habría llevado a esa terrible decisión, y algunos lugareños mantienen viva la leyenda que, algunas noches, desde la carretera, puede verse en uno de los ventanales, la silueta de una mujer.
Por su parte hay quienes aseguran escuchar sus gritos e incluso, ven a una mujer caminando por los alrededores del castillo esperando por su amado.
Creer o no creer está en cada uno de nosotros, algunos que ya han visitado el lugar aseguran que el lugar tiene un aire raro, y prefieren no estar allí cuando el sol se va poniendo.
Se dice que Beby Torres de Mugnani, en su primer libro, Boquitas cerradas, editado en San Luis, relata como un joven enamorado, se suicida por no obtener permiso para casarse con su pretendida Julia, hija del dueño de las tierras que rodeaban el Castillo de La Toma.
El pretendiente termina quitándose la vida en el lecho del Río del Rosario, y cuando la enamorada Julia se entera, maldice a sus hermanos, sentenciándolos a una vida solitaria como la que ella tendría.
La historia confirma que todos murieron en soledad.
Más allá de historias de castillo, dramas, amores, lo cierto es que La Toma es una pintoresca ciudad de las sierras puntanas, con balneario sobre el Río del Rosario, y el Dique San Pedro a unos 10 kms.
Esta ciudad es conocida como la Capital del Ónix, allí se puede visitar el Museo Mineralógico, ubicado en la ruta de acceso a La Toma, con más de 650 minerales expuestos.
Y por ser la Capital del ónix, aquí se realiza en los meses de enero, la Fiesta Provincial del Mármol Ónix, generalmente en el Balneario Municipal.
Distancias: Desde San Luis ciudad capital son 80 kilómetros, desde Villa Mercedes son 80 pero al sur, desde Villa de Merlo son 115 al norte, y desde Buenos Aires para tener referencia son 750.
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