Conversamos con el escritor, especialista en automotores, Daniel Viegas

Los invitamos a conocer parte de la historia del automovilismo argentino de la mano de Daniel Viegas que nos adentra en la categoría Sport Prototipo. Una categoría que revolucionó el automovilismo nacional entre los años 1969 y 1973.

La categoría Sport Prototipo “marcó una época porque fue la transición entre un automovilismo obsoleto desde el punto de vista técnico, sin evolución, como lo era el TC de las viejas cupecitas y el automovilismo moderno, tecnológico, marketinero, cercano a lo que se veía en el primer mundo”. Resultó un oleaje de creatividad e innovación protagonizado por el liderazgo de jóvenes preparadores y diseñadores, pilotos emprendedores y profesionales, sponsors y terminales automotrices.

Conversamos con Daniel Arturo Viegas, autor del precioso libro Sport prototipo argentino 1969 – 1973 editado por Motor Libros para que nos cuente sobre su experiencia.

—Daniel ¡felicitaciones por el libro! Contanos cómo encaraste esta experiencia distinta para vos de escribir un libro.

Sí gracias, es verdad, fue una experiencia distinta para mí porque aparte de Técnico en Automotores, soy Profesor en Física y siempre les decía a mis alumnos que lo importante de estudiar, era estar preparados para encarar algo que nunca imaginamos que podría ocurrir. Eso ocurrió en mi vida, nunca imaginé escribir un libro, los acontecimientos me llevaron a ello. Mi formación académica y la lectura constante me dieron las armas para poder concretarlo.

—¿Siempre fuiste un apasionado por las carreras de autos? Cómo comienza tu historia…

Cuando tenía once años, corría el año 1969, y mirando la televisión vi por primera vez una carrera de autos, en esos años no era habitual que el automovilismo se transmitiera en directo. Esa carrera era de Sport Prototipo y yo quedé asombrado y fascinado por lo que veía, tal es así que en una de sus propagandas se promocionaba la revista Automundo y yo les pedí a mis padres que me la compraran y nunca más dejé de leerla. Esa revista fue como una enciclopedia que me dio todos los conocimientos sobre el automovilismo y me llevó un año más tarde a elegir la carrera de Técnico en Automotores para empezar el secundario.

—Te marcó profundamente a tal punto que despertó una vocación en vos por el automovilismo.

Sí, seguro. Pasados los años, era tal la fascinación por los Sport Prototipos que siempre tuve la idea de repasar lo que había vivido escribiendo sobre ellos, aunque fuera en forma personal. Es así que un día tomé la decisión de hacerlo y cuando voy a buscar información en el buscador de Google me encuentro con que no había nada sobre la categoría. ¡No podía ser que en internet se desconociera la categoría! En el año 2013 me dispuse a escribir un blog contando su historia, apoyado por un Facebook que me ayudaría a dar a conocerlo.

—Muy buena idea porque tu blog no pasó desapercibido.

Exacto, mi primera sorpresa fue cuando los lectores comenzaron a aumentar semana a semana, luego empezaron a llegar mensajes de agradecimiento por recordar y hacer revivir de alguna manera a la categoría, pero lo que más me llamó la atención fue cuando esos mensajes eran de quienes habían sido parte de la categoría. Eso me llevó a permitir tomar contacto directo con pilotos y técnicos que hicieron la categoría y comenzó a enriquecer mi conocimiento y el blog. Las primeras notas del blog estaban basadas en mis recuerdos personales y artículos de las revistas especializadas de la época, luego comencé a publicar entrevistas con los protagonistas y las charlas con ellos me permitieron armar la historia lo más fidedigno posible.

—Imagino que de ahí a convertirlo en el libro fue solo dar un paso.

Claro, toda historia tiene su fin y la del Sport Prototipo solo duró un poco más de cuatro años, por lo que, al cabo de ocho años poco quedaba por contar en el blog. Solo el sueño de un libro, para que quedara en papel esta historia que tanto movía mis sentimientos. Es así que previo a la pandemia se acercó a mí Claudio Castro (editor de Lenguaje Claro) proponiéndome escribir ese libro. Los primeros días de la pandemia me dieron el tiempo necesario para desarrollarlo.

—¿Con qué se van a encontrar los lectores del libro Sport prototipo argentino?

En él, a diferencia del blog donde las historias estaban mezcladas, pude comenzar ordenadamente a escribir e incluso agregué la precuela de la historia, el paso del Turismo Carretera al Sport Prototipo, y también armarla desde el conocimiento y mis propios pensamientos adquiridos por esas extensas charlas con los que vivieron en carne propia la categoría. Además, incluye el paso internacional que tuvo la categoría con autos participando en Brasil, Chile y Argentina durante las temporadas internacionales. El proyecto del libro se demoró un poco por la pandemia, pero finalmente se pudo concretar gracias al apoyo de la editorial y con creces, porque se pudieron integrar las fotos de todos los autos y se logró un plus al agregar algunas obras de los integrantes del colectivo FuelArt que no hicieron más que enriquecer las páginas del libro con sus obras de arte. El libro tiene además otras características que no es común encontrar, como fotos en color y un tamaño (30cm x 15cm) que permiten una lectura agradable. Más allá de mi trabajo como escritor el libro tiene el esfuerzo de los editores por lograr un libro de excelencia, que no es fácil encontrar en estos momentos, lo que en lo personal me llena de orgullo. Los que lean el libro se van a encontrar con una historia escrita por alguien cuyo fin fue solamente lograr que se conociera una parte del automovilismo que quedó en la memoria de muchos que la vivieron y los que no, permitirles conocerla. La historia de una categoría que revolucionó el automovilismo por muchas cosas, lo profesionalizó, lo marketizó, lo puso a la par del automovilismo internacional y le dio a los técnicos e ingenieros de esos años la posibilidad de desarrollar su inventiva y sus anhelos de ponerse al nivel de sus pares del mundo. Los pilotos que participaban en la categoría estaban al nivel de los extranjeros que venían a correr con sus monstruosos autos (Porsche, Ferrari, Alfa Romeo) y compartían el pilotaje. Además, tuvimos un auto (Berta LR) construido en el país que estuvo compitiendo de igual a igual con esos autos europeos.

—Contanos alguna anécdota que recuerdes de toda esta hermosa experiencia.

Bueno, como dije anteriormente, una de las cosas que me asombraban cuando comencé a escribir eran los mails que me llegaban de todo el mundo de argentinos que recordaban la categoría y quedaron asombrados con esos autos. Un día recibo un mail de Italia que elogiaba mi trabajo y me agradecía que recordara la categoría por lo que había representado para él. Además, me pedía si lo podía contactar con el Ing. Juan Carlos Gentile, quien había diseñado y construido uno de los autos más lindos de la categoría, a quien yo le había hecho una entrevista. Cuando llego al final del mail, firmaba Ing. Enrique Scalabroni, yo no lo podía creer, era una persona a quien yo admiraba por su trabajo no solo en la Formula 1 (Ferrari, Lotus. Williams) sino también en Peugeot ganado en 1992 las 24 horas de Le Mans. Como si esto fuera poco creó su propio equipo de GP2, imaginen mi sorpresa. Pero además de todo esto es una persona excepcional y muy humilde, lo que me permitió seguir en contacto personal con él y que me atreviera a pedirle sus palabras sobre el libro y la categoría. Esas palabras cierran el libro impresas en la contratapa, lo que me llena de orgullo y le da ese plus del que hablaba anteriormente.

—Y el libro ya sigue su propio camino, sabemos que se vienen algunas presentaciones, no?

Sí, lo presenté en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires y ¡fue una fiesta! El próximo 22 de agosto se presentará en la Asociación Argentina de Volantes y el 3 de setiembre en Expo Auto Argentino, eventos que cuentan con la organización de Editorial Lenguaje Claro para su rama Motorlibros, cuyos editores Gabriela Tenner y Claudio Castro son los factótums de todo esto.

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