Conversamos con el escritor Romy Espinoza

El escritor y músico Rómulo Francisco Espinoza, Romy para los amigos, de Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes, acaba de lanzar su nuevo libro: Las dos comparsas Relatos de esquila editado por Moglia ediciones.

Con su estilo único de narrador de historias que nos envuelven el alma y el corazón, el autor aborda un tema poco explorado desde lo literario.

“Durante la temporada específica, que comienza en primavera, las comparsas de esquiladores recorren desde hace muchos años el país desde Corrientes a Tierra del Fuego, trasladan hacia allí su alma correntina”, nos cuenta Sandra Pien en su texto de contatapa.

El nuevo libro: Las dos comparsas Relatos de esquila ha comenzado su camino al encuentro con los lectores, próximamente se hará la presentación en Curuzú Cuatiá, luego vendrán muchas más e incluso se espera su llegada a la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Conversamos con Romy Espinoza acerca de esta hermosa experiencia:

Romy, ¡felicitaciones por el nuevo libro! Sabemos que se acerca la presentación en tu ciudad, contamos cómo vivís estos días.

Gracias, emocionado, estoy a unos pocos días de presentar mi libro Las dos comparsas en Curuzú Cuatiá, precisamente el 5 de abril de 2024, a partir de allí saldrá a rodar esta obra a la que he dedicado mucho tiempo y esfuerzo, y que también significa un paso más en mi formación como narrador. Espero que el libro recorra el mismo camino que cuentan sus historias, que sea ese colectivo cuya pasajera sea la necesidad de trabajar y llegue al sur igual que esas silenciosas vidas para que llamen la atención de quienes a veces caminamos la vida sin verlos.

¿Cómo fue el proceso de escritura?

Un cuento desencadenó todo el libro, porque escribí el cuento La partida que está basado en un hecho real y de allí algo muy fuerte me llevó a recorrer desde la ficción todo el camino que los esperaba, todas las peripecias que deberían sortear esos trabajadores para estar de vuelta en sus hogares y con el deber cumplido de haber “parado” la olla para su familia.

Sí, partiste de historias de vida muy fuertes que inspiraron tus relatos.

Claro, escuché a un esquilador decir que: “En aquella estancia tenemos un poco más de comodidad, pero nosotros queremos ir a la otra donde nos pagan mejor la lata (símbolo de intercambio similar a una moneda que equivale al pago por esquilar una oveja). Nosotros vamos a trabajar y a traer plata para nuestras casa, no a pasarla bien”, agregó. Así de a poco me fui apasionando por esas vidas silenciosas y heroicas —diría yo— sin querer caer en la exageración.

Contanos un poquito de esos personajes, si se puede.

Bueno, aparecieron historias como la del Cocinero, función de mucho peso y responsabilidad en la comparsa, ya que debe cocinar con poco, usando grasa de oveja y que nunca falte. Así se presentó la historia de aquella mujer La Terre que con varios hijos no tuvo más noticias de su esposo que se quedó en el sur; así la historia del Robustiana que tuvo que fingir ser un hombre para integrarse a la comparsa y así sostener a su hermano habiendo quedado solos los dos en su rancho, Y así Carocito se encuentra con un plato volador y tiene una conversación de correntino a extraterrestre aunque después es abducido por el mismo; así también hay alguna historia de amor imposible entre un indio amansador de caballos y la hija de un rico estanciero. En definitiva son veinticuatro cuentos de variados temas todos enmarcados en el viaje de los esquiladores, cuentos que a veces los narran ellos mismos en los fogones del sur ante ese paisaje inmenso al cual no están acostumbrados pero que aprendieron a sobrellevar, porque no les falta coraje para vencer las dificultades ni espíritu de sacrificio tampoco.

Dirías que son relatos costumbristas o ¿con qué estilo se encontrarán los lectores al leerlo?

Los relatos no son costumbristas, no hablan del pasado de nuestra Argentina sino que todo ocurre a partir del año 2020 para adelante, es decir son hechos de ficción pero actuales, donde ya existe el celular y donde sin embargo, todo sigue siendo como cuando empezaron estas expediciones golondrinas al sur que llevaron nuestra cultura, nuestro chamamé a toda la Patagonia y donde pueden mostrar con orgullo que son campeones mundiales de esquila.

Pero ¡qué interesante! Sólo nos resta leerlo para adentrarnos en ese mundo y sentirnos un poco ahí…

¡Claro! “Espero que les gustes” suele decir mi hijo Gerardo y yo lo agrego “Espero que lo lean” porque la lectura dijo alguien por ahí es la última rebeldía que nos queda al ser humano ante esta globalización despiadada que quiere borrar todas las diferencias y volvernos adictos a una pantalla como en “Un mundo feliz” de Aldous Huxley.

Comentarios

comentarios

Un comentario a Conversamos con el escritor Romy Espinoza

  1. Rosario dice:

    Excelente obra, Romy! Un placer su lectura, y muy bueno por dar voz a esos seres golondrinas a través de tus relatos. Abrazo patagónico!

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