Conversamos con la escritora Graciela Suárez

Hace pocos días llegó a nuestras manos una novela nueva de la escritora Graciela Suárez, Te digo la verdad editada por Autores de Argentina.

La autora nació en Buenos Aires, Argentina, en los años ‘60. Comenzó a escribir en su juventud y estudió Profesorado de Inglés. Su primera obra publicada fue De eso sí se habla en el año 2022. También participó de la antología Albricias (Editorial Serseres, 2022) con sus cuentos “Traición” y “La prima Inge”.

Conversamos con Graciela Suárez sobre su nuevo libro Te digo la verdad pero también, para conocerla un poquito más…

—Antes que nada decinos la verdad sobre vos, sobre tu nombre, tu recorrido literario, queremos conocerte más. Por supuesto mi pregunta no es más que una parodia del título de tu nueva novela Te digo la verdad.

¡Claro! Me llamo Graciela, nombre que no me hace nada de gracia. Me llaman Grace, que sí me gusta, pero como seudónimo literario tampoco lo elegí. Para esto último, me decidí por G. más mi apellido. G. Suárez es, entonces, como lo ven publicado en la tapa de mis libros. Será que aunque el inglés fue mi profesión durante treinta y dos años en la enseñanza, no me resultó usarlo en mi nueva actividad, la de escritora.

Comenzaste como docente, no?

Sí, soy de profesión profesora de primaria, hice mi carrera en el “Joaquín V. Gonzalez”, cuna de muchos educadores argentinos y estudié en Londres para perfeccionar mi idioma predilecto después de haber ido al Colegio St. Margaret´s, en el barrio de Belgrano, toda mi vida. Amigas entrañables de aquellas épocas aún me acompañan y son fieles lectoras de mi obra.

¿Y cuáles serían tus pasiones, además de la escritura?

La fotografía y los viajes son mi pasión, confluyen en cada oportunidad que se me presenta. Es por eso que incluyo una foto al principio de todos mis capítulos, ilustrando así cada temática.

Decís que escribís desde siempre pero recién, a esta altura de la vida, te animaste a dar el salto hacia la publicación.

Es verdad, ahora en mi madurez, me animo a publicar lo que me sale del alma, a escribir para ser leída. Aunque ya a los catorce años se me daba por pasar horas escribiendo en mi cuarto cosas del sentir, del fluir adolescente, no me animaba a mostrar a nadie mis escritos. Con el paso de los años me decidí: hablé con un escritor y psicólogo amigo que justamente trajo a casa un par de sus obras y le pregunté qué tan difícil era escribir una novela. Me explicó lo que aprendí recién sobre la marcha, y fue mi mentor. Inolvidables y eternas charlas me abrieron un camino tan novedoso como fascinante. Mi mayor meta, después de una vida muy intensa, era ayudar al prójimo a través de mis páginas, si eso me era posible, contar experiencias propias (y otras no tanto) como para que el lector se viese reflejado en alguna de ellas y no se sintiese solo en su devenir. Necesité claridad de mente y mucho coraje para, como pregona mi primera obra De eso sí se habla, mirar la realidad a los ojos y aceptarla viviéndola sin miedo: así intenté cumplir con lo que me había propuesto.

—¡Muy bien! Felicitaciones, entonces, por tu nueva novela! Contanos de ella.

Gracias, sí te cuento que acabo de publicar mi segunda novela Te digo la verdad. Situada en el siglo pasado, está relatada por sus tres protagonistas. Dos de ellos narran la historia, cada uno por su lado, y el tercero, luego de escucharlos atentamente, la concluye. Leeremos allí sobre las idas y venidas de tres familias interrelacionadas por vínculos contradictorios, algunos felices, otros trágicos, en los que se busca principalmente llegar a saber nada más y nada menos que la pura verdad sobre los hechos acontecidos por aquellos años mil novecientos y pico, y hasta nuestros días. Secretos develados y desvelados, relaciones que se entrelazan, tres familias que se corrompen, se aman, se odian. Se hacen bien y se hacen mal. El “qué dirán” y todo lo que el tema implicó en aquella sociedad almidonada y recatada de antaño, cobran protagonismo, mostrando esa época tal cual era: un jardín de delicias y un valle de lágrimas. En cuanto a la forma, utilizo un lenguaje que se adapta a los modismos de la época, recordando a nuestros padres y abuelos en expresiones que quizás ya los más jóvenes no usan como “me mando a mudar” (es decir, me voy y no vuelvo nunca más), por dar un ejemplo. Así que espero que los lectores disfruten de este relato escrito con autenticidad y el corazón.

Comentarios

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2 Comentarios a Conversamos con la escritora Graciela Suárez

  1. Fer dice:

    Felicitaciones!.

  2. Sonia dice:

    Felicitaciones!!Grace brillante !! Admiracion Por Valiente propuesta . Y desafío que nunca es tarde para lo que nos hace feliz..exitos

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