Saltos del Guairá. Las Cascadas Que Ya No Existen

Si miran con atención la foto de portada, parece imposible que los Saltos de Guairá hayan desaparecido, unas cascadas majestuosas que brillaban sobre el Río Paraná, una maravilla de la naturaleza entre Brasil y Paraguay.

Pero un día llegaron las manos del hombre, las ideas de progreso, y un poderoso centro de atracción turística como eran los Saltos del Guairá o en portugués Salto das Sete Quedas, desaparecieron.

Los saltos eran los más caudalosos del planeta, sí, leen bien, más que las Cataratas del Niágara en América del Norte, que las Cataratas Victoria en África y que nuestras Cataratas del Iguazú, con más de 49 millones de litros por segundo.

Los desaparecidos Saltos de Guairá. (Brasil/Paraguay).

Los Saltos de Guairá eran 18, aunque tenía 7 que eran los principales y los que daban su nombre en portugués, del lado brasilero así eran llamados, y su caída al vacío al superar la falla del terreno, era de unos 40 metros de altura.

Como ocurre con las Cataratas del Iguazú, la caída del agua era escuchada desde kilómetros, y su spray formaba nubes y arco iris a su alrededor.

“Te acordás hermano qué tiempos aquellos…”, dice el tango Tiempos Viejos de Gardel, y lo mismo habría que preguntar a quienes tuvieron la suerte de ver este espectáculo de la naturaleza.

Porque ya no están, ya solo por alguna vieja foto amarillenta podemos apreciar los Saltos de Guairá, hoy les contamos la historia de su final.

Muy tristemente, a los Saltos de Guairá les llegó un acta de defunción, porque el hombre y su progreso construyeron allí la gigante Presa de Itaipú, la central hidroeléctrica que cubre gran parte del consumo eléctrico de Brasil y de Paraguay.

Era el año 1982, los Saltos de Guairá y el enorme Parque Nacional en el que se encontraba, quedaba en el pasado.

Ni siquiera nos imaginamos que pasaría por ejemplo, si se decide realizar una obra que marcara la desaparición del Glaciar Perito Moreno, sería un impacto tremendo.

O para comparar mejor, si a alguien se le ocurriera hacer con las Cataratas del Iguazú algo semejante, ¿se le permitiría en nombre del progreso?

El Paraná llegaba angostado a esa ubicación, de sus casi 400 metros de ancho pasaban sus aguas por un angosto cañón, de apenas 61 metros de ancho allí, cuando se desplomaban 40 metros formando una cascada hermosa y espectacular.

Por aquellos años, las visitas a los saltos eran una súper atracción para turistas locales y de todo el mundo, que circulaban entre los saltos por unos puentes de madera muy endebles, pero con sensaciones inigualables e inolvidables.

Desde 1966 la idea de acabar con tanta belleza empezó a sonar con fuerza, y para 1973 Paraguay y Brasil firmaron el acuerdo definitivo para construir una represa hidroeléctrica conjunta.

Y en 1982, más precisamente en octubre de ese año, al terminar la represa que llevó 9 años construir, se cerraron sus compuertas y con ese acontecimiento, el lago de Itaipú empezó a llenarse inundando para siempre los Saltos de Guairá, desaparecieron bajo el lago.

Cuando la obra era un proyecto sin vuelta atrás, miles y miles de turistas se acercaron en esos 9 años que duraron las obras, curiosos y vecinos de las localidades cercanas y turistas de todos los continentes para contemplar por última vez los Saltos del Guairá.

A lo trágico de perder estas cascadas, en enero de 1982 se sumaron 32 personas fallecidas al ceder el puente colgante Roosevelt, que medía 90 metros de largo.

Desde allí era donde se obtenían las mejores vistas, la gente se amontonó de tal manera que no pudo aguantar el peso, haciendo que los cables de acero se rompieran justo por la mitad del puente.

Queda ahora la Represa de Itaipú, una represa a la que se puede llegar por carretera para presenciar su grandeza, incluso circulan sobre su muralla autos y buses, a una altura similar a un edificio de 65 pisos.

Represa de Itaipú.

Es en nuestros días la mayor productora de energía del planeta, sirva de consuelo para quienes extrañan la belleza de Los Saltos de Guairá, o para quienes no tuvimos la posibilidad de conocerlos nunca.

Para reflexionar, significado de la palabra Ecocidio: Destrucción de gran parte del medio ambiente de un territorio, especialmente si es intencionada e irreversible. No permitamos que nos acostumbren a escucharla.

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