Sport Prototipo Argentino 1969-1973: Lecturas de verano

Compartimos un fragmento divertido del libro con una anécdota del Sandro fierrero que pocos conocen:

Campeonato 1971

La Asociación Argentina de Sport Prototipo (AASP) había incorporado a Alcides Raies como gerente general, quien prometió para la carrera del 4 de abril un número aceptable de participantes. Con el nuevo manager surgieron nuevos proyectos, el más importante se relacionaba con la posibilidad de que la petrolera estatal YPF adquiriera el paquete de carreras de todo el año y lograr así un respiro económico para la categoría.

Antes que comenzara el campeonato, el 1 de abril se estrenaba en Argentina una película protagonizada por el cantante Sandro, interpretando a un piloto de SP acompañado por actores de la época como Olivia Bozán y Marcos Zúcker, bajo la dirección de Diego Fleider. El filme incluía imágenes de los autos más emblemáticos de la categoría.

El personaje central era el piloto Fernando Andrade, interpretado por Sandro, que corría el Formisano de Carlos Pairetti. Como se sabía que Sandro era un amante de los autos y la velocidad, le pidieron a Pairetti que no le prestara el auto bajo ningún concepto. No obstante, ante la insistencia del cantante, Pairetti terminó cediendo y tiempo después recordaba la anécdota siguiente:

Le di un Sport Prototipo con volante a la derecha. La primera vuelta pasó bien, despacio; la segunda ya iba más rápido. En la tercera vuelta, en la curva 5 del Cabalén, se estrelló contra el guardarraíl y volcó. Quedó debajo del auto. No me alcanzaban “las patas” ni el auto que agarré para llegar a la curva a ver si le había pasado algo ¡a él!, porque el auto se arreglaba. Por suerte, no le pasó absolutamente nada. “¿Te diste cuenta de que no es para todos lo que hago?”, le dije. “Es lo mismo que si yo me pusiera a cantar. Bueno, acá hay que saber manejar”.

Uno de los álgidos momentos de la temporada fue la controversia que traía el recién aparecido Formisano F15 o McLaren. El auto era una copia del McLaren M8C que Vicente Formisano construyó en Argentina. La semejanza residía fundamentalmente en el chasis, pero la caja y el motor Ford V8 eran de fabricación nacional. Oreste Berta, por ejemplo, postulaba la necesidad de que los constructores que copiaran un auto debían mantener el nombre original. Horacio Ferrea, preparador de Ford, sostenía que era legítimo empezar por copiar o imitar porque se ahorraba tiempo y dinero, pero a partir de allí había que innovar. La discusión comenzó y terminó en un mismo fin de semana con la decisión de que, a partir de ese momento, los autos llevarían su nombre de origen. La historia de los autos copiados, no obstante, finalizó con los McLaren, porque en adelante todos los SP llevarían diseños nacionales.

Si te gustaron los párrafos que compartimos hoy en nuestra sección Lecturas de verano, te invitamos a seguir leyendo Sport Prototipo Argentino 1969-1973 La categoría que revolucionó al automovilismo nacional de Daniel Viegas, editado por Motorlibros, Buenos Aires, Argentina, 2023.

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