La Cárcel del Fin del Mundo y el Petiso Orejudo

La industria del turismo, una poderosa fuente de ingresos en los diferentes países, se nutre muchas veces no solo de los atractivos naturales y monumentos, sino que apunta también a hitos históricos, como por ejemplo, en Ushuaia, República Argentina, donde se levantaba la Cárcel del Fin del Mundo.

Emparentado con películas ambientadas en los inicios del siglo XX, donde se veía a presos encarcelados en los peores lugares y las peores condiciones, la realidad de aquellos días era tal cual, y en Argentina ese lugar para albergar presos peligrosos, criminales y homicidas seriales, era La Cárcel del Fin del Mundo.

Fue entre los años 1902 y 1947, que funcionaba esta cárcel ubicada en Ushuaia, que por esos tiempos estaba más despoblada y por ello se hacía aún más desértica y fría, de donde si escapaba algún preso, difícilmente pudiera sobrevivir a esas condiciones de frío extremo.

Por nuestros días, esa cárcel hoy se ha reconvertido para el turismo, donde se puede visitar el Museo Marítimo, el Museo del Presidio, el Museo Antártico, el Museo de Arte Marino, una Galería de Arte y la historia propia de la Ciudad.

Una parte importante de los turistas llegan para conocer la historia del presidio, las condiciones, y también, atraídos por la historia de algunos de sus presidiarios más famosos, como por ejemplo, el multi homicida llamado “El Petiso Orejudo”, y Mateo Banks.

Sobre el primero, Santos Godino o el Petiso orejudo, acusado de matar a cuatro niños, empezando su ruta criminal desde los 9 años de edad, fue encarcelado en diferentes prisiones antes de llegar al sur.

Primero en el Hospicio de las Mercedes para luego ser pasado a la Penitenciaría Nacional de la calle Las Heras y finalmente en el año 1923 fue llevado a cumplir condena al penal de Ushuaia, parte de la historia se muestra en una película argentina, El Niño de Barro.

Considerando las autoridades del penal, que la maldad de este individuo radicaba en sus grandes orejas, se le realizó una cirugía estética, obviamente, no fue la cura de este criminal.

Varias veces golpeado hasta el desmayo por los otros presos, por ejemplo, cuando mató al gato mascota del penal arrojándolo al fuego, este asesino serial de niños murió en el penal, supuestamente por hemorragias internas provocadas por una de esas tantas palizas.

La Cárcel del Fin del Mundo, la cárcel más antigua, fue clausurada en el año 1947, y al recorrerla el turista puede conocer sobre la historia de los reclusos, los trabajos que tenían que hacer, y los castigos a los que eran sometidos en ese lugar.

Hay figuras de cera que simulan la presencia de los reclusos de aquellos años, en sus habituales sitios de detención, comedores, pabellones, portando grilletes de hierro y vistiendo uniformes a rayas.

El Museo Marítimo y del Presidio de Ushuaia o Cárcel del Fin del Mundo, está abierto durante todo el año, y fue galardonado en diferentes años con el Certificado de Excelencia, gracias a haber obtenido excelentes opiniones de manera constante en la comunidad de viajeros más grande del mundo.

Visitas: El museo está abierto todo el año.

Dirección: Museo Marítimo y del Presidio de Ushuaia, Yaganes y Gobernador Paz, Ushuaia.

Nota: En este presente 2020, por la pandemia, estará cerrado hasta nuevo aviso.

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