Costa de los Esqueletos. Mayor Cementerio de Barcos del Mundo

La bienvenida a Costa de los Esqueletos es un cartel con dos calaveras enormes, una cruda advertencia desde la verja de entrada a la zona, a la que los portugueses conocían como Las puertas del infierno.

El Parque Nacional de la Costa de los Esqueletos, el mayor cementerio de barcos del mundo, se extiende unos 500 kilómetros en la costa africana de Namibia, y una historia llena de misterios y naufragios le dan una fama oscura, ya que en los últimos cinco siglos, se calcula que aquí han naufragado más de un millar de barcos.

Cada día son más los turistas aventureros que se animan a recorrer tierras inhóspitas, territorios en los que hasta hace poco ni rutas existían, y estas zonas de África son de las menos exploradas, menos difundidas.

Para llegar al Parque Nacional de la Costa de los Esqueletos es conveniente hacerlo desde la capital de Namibia, Windhoek , donde se puede obtener el permiso para recorrer una parte del parque de manera libre, la zona sur.

La otra parte del parque, delimitada por los ríos Kunene, y al sur por el Swakop, debe recorrerse con guías especializados, ya que es una zona de jirafas, elefantes, rinocerontes negros, leones, cebras, springboks (gacelas saltarinas), hienas, babuinos, vida salvaje en su máximo esplendor.

Al parque se lo conoce desde hace 75 años como Costa de los Esqueletos, y tal es el estado natural, que muchos documentales han sido filmados en esta zona por su estado virgen aun en el siglo XXI.

La combinación de corrientes cambiantes, vientos furiosos y densas nieblas ha convertido la navegación en un riesgo fatal, a la cual se le suma que durante siglos la única vía de escape para los supervivientes fue una marcha sofocante de kilómetros y kilómetros a través del desierto.

La macabra fama se fundamenta, en que las arenas están sembradas de huesos, se han hallado esqueletos humanos, como también de focas y ballenas.

Si se recorren las playas del parque se divisan los restos de varias embarcaciones, aunque no todas han sido identificadas.

Un ejemplo de buque hundido identificado es un naufragio del año 1909, del carguero Eduard Bohlen, de 95 metros de largo, que yace parcialmente enterrado bajo la arena.

Su recorrido era desde el puerto de la ciudad de Swakopmund hasta la Bahía de la Mesa, encallado en las arenas, el carguero se encuentra hoy semienterrado a casi 400 metros del mar, lo que muestra el avance de la arena del desierto sobre la costa.

Naufragios ubicados cerca del Eduard Bohlen son los restos del Otavi, hundido en 1945 y del MV Dunedin Star, que tenía destino a Sudáfrica desde Liverpool.

Se pueden sumar el Montrose, Gethen, Suiderkus, Gertrud Woermann, y el remolcador Sir Charles Elliot, hundido tratando de rescatar al MV Dunedin.

Además hay cientos de restos sin identificar, donde la imagen de las olas que siguen rompiendo contra restos de madera y hierro, dan la pauta de lo crítico de la navegación en siglos pasados.

Para los actuales aventureros de camionetas 4 x 4, o cuatriciclos, lo fundamental es no abandonar la carretera, pues es fácil perderse en el desierto.

Por demás está decirlo, no encontrarán puestos donde comprar bebidas, comidas ni despacho de combustible, hay que iniciar el recorrido debidamente provistos de todo lo esencial.

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